Fabián Ruiz, quien fue una de las revelaciones de la Eurocopa 2024, es uno de los jugadores más discretos de La Roja a pesar de su enorme proyección internacional. Su carácter, indudablemente, viene marcado por su historia familiar. De raíces modestas, se ha convertido en una pieza clave del equipo de Luis de la Fuente y está en la lista de nominados al Balón de Oro 2025. La gala se celebra este lunes en París, una velada que reunirá a las grandes estrellas del planeta fútbol en el Théâtre du Châtelet de la capital francesa.
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Fabián nació en el municipio sevillano de Los Palacios y Villafranca el 3 de abril de 1996. Era un niño bajito y bastante delgado, pero lo que llamó la atención a los ojeadores del Betis fue su destacable técnica y lo rápido que era en el campo. A los 8 años entró a la cantera bética, y desde entonces uno de sus principales objetivos ha sido que su madre dejase de trabajar. La familia es de raíces humildes, por lo que todos los gastos del traslado a Sevilla fueron solventados por Manuel Castaño, quien era el director de la cantera bética por aquel entonces, ya que no llegaban a fin de mes.
No solo fichó a Fabian, sino que también logró que la madre del jugador, Chari Peña, consiguiese un trabajo como limpiadora de las instalaciones deportivas del club. Años más tarde pasó a pertenecer al personal de lavandería. En una entrevista recientemente, Fabián confesó que cuando sus padres se separaron cuatro años después de su entrada al Betis, la situación económica familiar empeoró, y que tanto él como sus dos hermanos y su madre dependían únicamente del sueldo de esta.
Su objetivo de lograr que su madre se retirase lo consiguió en 2018, cuando el Nápoles ofreció treinta millones tras quedar impresionados con el nivel que el jugador había mostrado. En 2022 dejó Italia para unirse al París Saint-Germain, donde sigue a día de hoy. Su desempeño en el equipo francés le permitió ganar el título de la Ligue 1. A día de hoy afirma que a su familia nunca le va a faltar nada. Gracias a su profesión, tanto su madre como sus hermanos tienen una casa y un coche, y como ha dicho en varias ocasiones, eso para él es lo más importante.
Otro de sus grandes apoyos es Rosa, su mujer, quien también es sevillana y con la que se casó el pasado julio en la capital hispalense. La pareja mantiene un perfil bajo en los medios, y en sus redes sociales comparten a menudo los viajes que hacen a distintos destinos del mundo.