El 17 de septiembre de 2022, la vida volvió a golpear a Ana Obregón por tercera vez en solo dos años. Ese día dijo adiós a Antonio García, que era mucho más que su padre. El empresario, una figura clave en el urbanismo de Madrid al ser el creador de la exclusiva urbanización La Moraleja, era su referente, su confesor, su apoyo incondicional, el capitán de su vida, su mejor amigo y también un modelo a seguir en todos los aspectos. La actriz y presentadora lo consideraba un superhéroe y ha contado un detalle hasta ahora desconocido: le dio un valioso consejo que tiene muy presente y que sigue impulsándola en sus días más difíciles.
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"Papá, tres años sin ti. A veces recuerdo lo que siempre me decías: Sé la mejor posibilidad de ti misma. Y lo intento, te lo juro", ha dicho de Antonio García, cuya labor fue reconocida con la Medalla al mérito del trabajo. Aunque para él su gran éxito no era profesional. Su mayor orgullo era haber formado una familia numerosa y unida, compuesta por cinco hijos, once nietos y, hasta su muerte, un bisnieto. Durante la enfermedad de su Aless, que murió en mayo de 2020, Ana estuvo completamente volcada en él, quien recibió tratamiento en Estados Unidos para el Sarcoma de Ewing que le diagnosticaron, y también pasó la última etapa en Barcelona. Pero en pleno duelo por la muerte del guerrero de la eterna sonrisa, sacó fuerzas para cuidar a su padre, cuya salud se fue debilitando y al que acompañó hasta el final.
La colaboradora de Y ahora Sonsoles rescatado en el homenaje a su padre una foto de los dos tomada durante uno de esos veranos infinitos que pasaba toda la familia en Mallorca. Precisamente en El Manantial, su casa balear de Costa de los Pinos, recibía la artista a ¡HOLA! hace unas semanas para protagonizar el posado estival más especial con Anita, su nieta. La niña es su salvavidas, la persona por la que todo vuelve a tener sentido y por la que diariamente se esfuerza para dar su mejor versión. "Es físicamente clavada a Aless. El pelo, la nariz, la boca… Y en el carácter también. Tiene un sentido del humor, una energía, está todo el día riéndose. Ama la vida como la amaba Aless. Es un bebé que por cualquier cosa se ilusiona y le sonríe a todo el mundo. Voy con ella a hacer la compra y saluda al frutero, al pescadero, al otro… Les da la mano, y Aless era igual. Es un angelito, de verdad, es tan buena. Y listísima", cuenta emocionada en el excepcional reportaje.
Anita es el epicentro de su vida, y aunque está presente en todo momento porque no quiere perderse ni un segundo de la pequeña, también saca tiempo para continuar con el legado de su hijo. Trabaja de forma incansable para que siga creciendo la Fundación Aless Lequio, que busca recaudar fondos para fomentar la investigación contra el cáncer. "Cada vez estamos invirtiendo más dinero en investigación. Estoy muy orgullosa porque he podido donar más de 100.000 euros a la fundación con el libro que escribió Aless y que terminé yo, El chico de las musarañas, del que cedí los derechos de autor. Creo que eso le haría mucha ilusión saberlo, porque era su deseo", nos contaba la artista.