Nieves Álvarez se casa. La "top model" madrileña le dará el "sí, quiero" a Bill Saad, el empresario libanés con el que rehizo su vida sentimental en diciembre de 2021, el año que viene. Después de casi cuatro años juntos, la pareja ha decidido dar el paso y comprometerse, aunque, según nos adelanta Nieves, "aún no tenemos nada preparado… Solo sabemos que será en 2026. Y que será el día más feliz".
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Desde luego, la también empresaria y presentadora no puede ocultar la felicidad que siente en estos momentos. Con una sonrisa imborrable y un brillo especial en la mirada, Nieves nos dice: "Cómo merece la pena todo en la vida, cómo merece la pena esperar las cosas buenas… Con Bill todo merece la pena. Estoy que no me lo creo". La palabra que mejor define su estado actual es emoción e ilusión, y eso que, confiesa, la petición de matrimonio no es reciente. "Me lo pidió el 18 de julio, pero hasta ahora no hemos querido contarlo… Queríamos tener un verano para los dos. Estoy enormemente feliz. Los dos lo estamos".
Totalmente inesperado
Nieves cuenta que Bill y ella nunca habían hablado de matrimonio, por lo que, para ella, fue algo totalmente inesperado. Se encontraban en el Líbano, donde asistieron como invitados a la boda del hijo del diseñador Elie Saab, gran amigo de la modelo. Y allí fue donde todo ocurrió. Así nos lo relata la propia Nieves.
"Un familiar tuvo un problema de salud y yo hice una promesa a San Charbel. Dije que si este familiar se recuperaba, iría a visitarlo. Lo conocía por Bill, ya que es un santo del Líbano. Él me dijo que todos los días le gustaba agradecerle por las mañanas. Y yo también empecé a hacerlo. Así que como estábamos en el Líbano, le dije a Bill que quería ir a su capilla y fuimos juntos".
Una vez en el interior de la iglesia, un templo pequeño, silencioso y de paredes negras, "de repente, él se puso de rodillas y me dijo: "Do you want to be my wife?" (¿Quieres ser mi esposa?), sin que yo esperara nada".
"Estoy que no me lo creo, con Bill todo merece la pena. Es mi pareja ideal. Estoy enormemente feliz. Los dos lo estamos"
La petición perfecta
"Lo más gracioso de todo esto —continúa Nieves— es que, siendo Bill una persona increíblemente detallista, fue totalmente espontáneo. Se le ocurrió allí, en la capilla, le salió del alma y actuó espontáneamente. Así que no tenía anillo ni nada. Simplemente se arrodilló y me dijo esas palabras… Por unos segundos, me quedé bloqueada, no me lo esperaba, no tenía ni idea. Claro, ni él tampoco. Fue una emoción máxima, fue de película, fue la petición perfecta…". Por supuesto, "le dije que sí, con toda la ilusión y el amor del mundo", admite Nieves con una alegría desbordante. "Al salir, cogimos dos hierbecitas y nos hicimos un anillo cada uno", añade.
"Nosotros jamás habíamos hablado de boda. Y lo más increíble todo esto es que, siendo Bill una persona increíblemente detallista, fue totalmente espontáneo"
La decisión de mantener la petición de Bill en secreto tenía además otra razón de peso. "No podíamos estar más felices y emocionados, pero decidimos mantener la noticia solo para nosotros. Queríamos además contárselo primero a la familia, especialmente a nuestros hijos. Y lo más importante para nosotros, y el mayor regalo que podemos tener, es que ellos están felices con esta boda. Tenemos todo su cariño, su aprobación y su cercanía. También ya lo saben mis padres y algunos amigos y todos tienen exactamente la misma reacción… Alegrarse. Es increíble la reacción que provoca en la gente la noticia. Es maravilloso compartir tanta felicidad".
En palabras de Nieves, Bill es un hombre "sobre todo, bueno, pero además es inteligente, es generoso, es divertido, es cariñoso… Es mi pareja ideal, teniendo en cuenta, además, que estamos en un momento de nuestras vidas en que tenemos muy claro lo que queremos y lo que buscamos".
"Un amor con mayúsculas"
A sus 51 años, Nieves se considera una mujer "muy independiente y con una madurez que me han dado los años". Por eso, añade: "No quiero tonterías en mi vida. No quiero celos tontos ni problemas que no hay. Quiero su alegría. Y el suyo es el amor con mayúsculas. Una historia preciosa. Nos compenetramos y nos queremos".
"Lo más importante para nosotros, y el mayor regalo que podemos tener, es que nuestros hijos están felices con esta boda", admite Nieves, emocionada
Nieves y Bill se conocieron en septiembre de 2021, y en diciembre comenzó su historia de amor, pero no fue hasta marzo del año siguiente cuando en ¡HOLA! desvelamos la relación entre la modelo, presentadora y empresaria y el reconocido hombre de negocios y filántropo. Fue gracias a unas fotografías captadas en París, en plena Semana de la Moda, en las que se los veía paseando en actitud muy romántica por la orilla del Sena, cuando descubrimos a esta nueva e inesperada pareja.
Tras su divorcio del fotógrafo italiano Marco Severini, en julio de 2015 —padre de sus tres hijos, Adriano y los mellizos, Brando y Bianca—, a Nieves se le habían atribuido varios romances. Pero no fue hasta que Bill entró en su vida, cuando nuestra top más internacional confesó sentirse "feliz e ilusionada".
Currículum impresionante
Comenzó así una etapa muy dulce para Nieves, en todos los aspectos. Si en el terreno profesional la vida no podía irle mejor —después de celebrar treinta años de carrera, sigue siendo una de las tops más solicitadas en todo el mundo, triunfando como presentadora de televisión y cosechando éxitos con su firma de belleza—, en el aspecto personal, la madrileña había encontrado de nuevo el amor y la estabilidad junto a este empresario, educado en Francia y Canadá, con un impresionante currículum.
Bill Saad, de 58 años, fundó hace alrededor de quince años la compañía Jota 2 Group, que promueve el emprendimiento a nivel internacional, principalmente en el sector tecnológico y, en la actualidad, reúne a más de treinta empresas en todo el mundo.
"Bill es mi pareja ideal. Es un hombre, sobre todo, bueno, pero además es inteligente, es generoso, es divertido, es cariñoso...", nos desvela la empresaria y presentadora
Más allá del ámbito empresarial, Bill mantiene un firme compromiso con el impacto social, apoyando activamente diversas causas solidarias. También es fundador de la Fundación Tara For Women, una organización sin ánimo de lucro que impulsa a mujeres emprendedoras, brindándoles acceso a recursos y acompañamiento estratégico para desarrollar proyectos con propósito. Además, Bill es padre también de dos hijos, Julian y Jamie, nacidos de su primer matrimonio, que han crecido entre Madrid y Montreal.