La separación de Kiko Rivera, de 41 años, e Irene Rosales, de 34, ha pillado a todos por sorpresa. Después de once años juntos y nueve desde que protagonizaran una de las bodas más sonadas, la pareja ha puesto punto y final a su matrimonio. Una decisión que ahora genera múltiples incógnitas en cuanto al futuro personal y familiar del hijo mayor de Isabel Pantoja.
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"Después de 11 años de relación y dos hijas en común, mi mujer y yo hemos decidido separar nuestros caminos", ha escrito en un comunicado el propio Kiko. Una emotiva carta en la que hace hincapié en su nuevo camino, separado de su ya exmujer. "Hoy cierro un capítulo con gratitud, pero abro otro con esperanza. La vida continúa, y estoy convencido de que lo mejor aún está por llegar. Porque a veces lo que más duele es lo que finalmente nos hace más fuertes. Hoy no empieza un final, empieza una transformación", destaca con esperanza y ánimo. El DJ se enfrenta a una nueva etapa en medio de otras tensiones familiares, sin embargo parece estar optimista: "El futuro es incierto, pero también está lleno de posibilidades". Postura que cuenta con el respaldo de Irene.
Mudanza a la vista
La primera pregunta que surge es, sin duda, dónde vivirán ahora. Irene Rosales continúa en la casa que el matrimonio compartía hasta ahora en Castilleja de la Cuesta, Sevilla. Ya que después de saltar la noticia, se ha visto a la hermana de la joven recoger a Ana y Carlota, hijas de Kiko e Irene, para que se queden al margen del foco mediático.
Según ha contado Gema López, sería el hijo del recordado Paquirri quien busque un nuevo hogar. Tal como ha avanzado la citada periodista, Kiko abandonaba el martes su casa y se habría instalado con su representante, que se ha convertido en su máximo apoyo. Y mientras unos apuntan que podría mudarse al céntrico barrio de Triana, en Sevilla, otros señalan que se quedará cerca de sus niñas, es decir, en la misma localidad que ha residido hasta ahora.
¿Reconciliación familiar?
Una de las reacciones más buscadas es la de Isabel Pantoja, ya que se ha convertido en otra de las protagonistas de la semana. Ahora que la relación de su hijo con su mujer se ha roto, podría buscar en ella el apoyo y consuelo que necesita.
Para el cantante de Chica Loca o Tuboescape, su pareja y sus tres hijos, Francisco, Ana y Carlota, se habían convertido en su mayor pilar ante las adversidades personales y familiares. La relación con su madre es inexistente, una espina que Kiko mantiene muy clavada, ya que en momentos tan importantes como la Primera Comunión de su hija, la ha tenido a su madre muy presente y hasta le ha enviado mensajes en forma de indirectas. Una tensión que no ha hecho más que crecer con los años y que ahora, sin la presencia de Irene Rosales, podría menguar.
Cabe recordar que muchos han visto a la propia Irene como la mediadora entre madre e hijo, pero también la nota discordante. "Isabel Pantoja ha dañado psicológicamente a Kiko", afirmaba tajantemente en 2022 la hasta entonces esposa del DJ. Unas palabras que incendiaron más aún la polémica. Irene daba una entrevista demoledora contra su exsuegra y su excuñada, a las que decía no perdonar. Unas contundentes declaraciones que marcaron un antes y un despúes.
Tanto Isabel Pantoja como su hija se han mantenido en segundo plano ante la inesperada noticia. Por un lado, la artista continúa volcada en su trabajo y evita las apariciones públicas que no sean meramente profesionales, mientras que Isa está de viaje en Marruecos con su marido, Asraf Beno, y sus dos hijos. Solo queda esperar al transcurso de las semanas para ver cómo se suceden los acontecimientos.
Nueva polémica
Gema López ha señalado en Espejo Público que la pareja ha vivido muchos altibajos durante estos años y que "en los dos últimos meses la convivencia de ellos ha sido insoportable y las guerras han sido continuas". Además, ha señalado que el representante de Kiko se ha convertido no solo en su apoyo, sino que también ha sido cómplice de algunas actitudes que a su mujer no le gustaban. "Irene se habría enterado de ciertos cobros que no cuadraban con la realidad", afirma.
Un futuro ¿alejado de los medios?
A pesar de que comienza septiembre con iniciativas que le ilusionan, el hijo de Isabel Pantoja sigue realizando bolos y actuaciones en directo, aunque con menor frecuencia que en años anteriores. Durante estos meses, le hemos visto recorrer España y ha estado en Pontevedra, Madrid, Sevilla, Murcia y Cádiz. Además, en los últimos tiempos ha probado suerte en el mundo del streaming y los videojuegos para seguir adelante e incluso su imagen en redes se ha visto fortalecida. "Este año voy a cuidar mis redes sociales con mucho más mimo y voy a estar más activo que nunca", comentaba el pasado 13 de agosto. Este mes, ha sido convocado oficialmente para participar en el próximo Mundial de fútbol de streamers que se disputará en Johor, Malasia. Un reto que le ha devuelto la sonrisa.
Lo que parece ser improbable es que vaya a volver a los medios, ya que en su comunicado deja claro que su situación ha cambiado desde que tomó la decisión de apartarse de la televisión. "Me ha costado mucho llegar a esta paz mental, y por eso hoy escribiré estas palabras… y después comenzaré a adaptarme a mi nueva vida", rezaba en su carta, mensaje que era toda una declaración de intenciones.