Tenemos que remontarnos al 7 de septiembre de 2003 para situarnos en la primera emisión de Aquí no hay quien viva, precursora de La que se avecina. La serie marcó un antes y un después en la industria del entretenimiento. Cosechó altísimas cifras de audiencia durante cinco temporadas, 90 capítulos que conquistaron a millones de espectadores gracias a sus divertidas tramas, todas desarrolladas en la imaginaria comunidad de vecinos de Desengaño 21. Sus protagonistas no tardaron en auténticos ídolos a los que el público veneraba, y aunque vivieron juntos momentos irrepetibles, aquellos rodajes también tenían una parte amarga de la que ha hablado por primera vez una de las actrices.
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Laura Pamplona, que interpretó el papel de Alicia Sanz durante tres temporadas, ha explicado que guarda recuerdos muy bonitos de aquel proyecto que ha marcado las carreras de todos los que participaron: "Yo recuerdo esa etapa con muchísimo cariño y guardo grandes amigos, la gente que se ha ido... Ha sido muy bonito estar ahí". En Y ahora Sonsoles, programa del que está al frente Pepa Romero durante la temporada estival, la actriz ha explicado además que había un gran entendimiento entre los compañeros, que formaron una gran familia: "Era bonito grabar, muy divertido, mi personaje me encantaba…"
La intérprete, a la que hemos visto en otros títulos como Todos los hombres sois iguales y Policías, en el corazón de la calle, echa la vista atrás y reconoce que formar parte de un fenómeno así fue muy importante para todos los que formaban parte de proyecto, aunque en ese momento no se daban cuenta. Pero durante esos casi dos años, no todo fue fácil. Tenían jornadas maratonianas de rodaje, sin apenas tiempo de aprenderse los guiones. "Te recogían a las 7:30 en casa y te devolvían a las 22:30 pendiente de que te llamasen para el siguiente día. Era bastante heavy la manera de grabar que teníamos. Estábamos muchísimas horas... Pero más que las horas era que había un momento que no había guiones. Escribían el capítulo del día siguiente mientras grabábamos".
Aquel ritmo fue difícil encajarlo y muchas veces su propio cuerpo decía basta. "Nos pasó factura a todos. Cogías una gripe y era cuatro veces más fuerte de lo normal, había gente con ansiedad... El estrés y la falta de descanso nos afectaban mucho", ha reconocido. Además, la enorme repercusión mediática de la serie también afectó personalmente a los actores, ya que era difícil salir de casa y poder tener una vida normal: "Fue un poco agobiante porque no te permitía hacer una vida normal".
Mira atrás con nostalgia por lo vivido y, sobre todo, por las personas que la acompañaron. No puede evitar emocionarse al recordar a esos compañeros que han fallecido y también al hablar de José Luis Gil, alejado de la vida pública desde que en noviembre de 2021 sufrió un ictus. "Se recupera poco a poco. Es muy triste ver a un compañero que le pasa algo así", ha dicho sobre el intérprete que daba vida al emblemático personaje de Juan Cuesta.