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Convertido en el nuevo galán de Antena 3 gracias a su papel como César Bravo en La encrucijada, Rodrigo Guirao ha conquistado al público español no solo por su presencia arrolladora, sino por la intensidad con la que interpreta a este hombre que regresa a su ciudad natal tras más de dos décadas en México buscando justicia por la muerte de su padre, pero al que un amor inesperado le hará replantearse todo. La serie, adaptación española del drama turco Sühan: venganza y amor, ha elevado su popularidad y despertado la curiosidad de los espectadores por conocer más sobre un actor con una larga carrera en el cine, la televisión y la publicidad del que ahora descubrimos su lado más personal.
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Rodrigo Guirao nació el 18 de enero de 1980 en Vicente López, en la provincia de Buenos Aires, Argentina, y creció en un entorno familiar marcado por la unión y la superación. Tras perder a su padre cuando tenía 11 años, un duro golpe que tuvo que afrontar a una edad tan temprana, asumió un rol protector con sus hermanos Gonzalo, su mellizo, y Ramiro. Su abuela ha jugado un papel fundamental en su vida, siendo su gran apoyo, especialmente en sus primeros empleos, donde trabajó en profesiones muy alejadas del mundo artístico como electricista, camarero y chico de los recados. Pero tenía claro cuál era su sueño y no estaba dispuesto a dejar de luchar por él, por lo que decidía estudiar interpretación en el Centro Cultural San Martín. De esa etapa aprendía el valor del esfuerzo y la autonomía, cualidades que mantiene presentes a día de hoy.
Antes de hacerse un nombre como actor, Rodrigo comenzaba su carrera en el mundo de la moda. Su físico y carisma llamaban la atención desde muy joven, lo que le abría las puertas como modelo tanto en su país como en el extranjero. Las pasarelas le llevaban a vivir en Italia y México. Más tarde, poco a poco fue dejando atrás los castings de moda para centrarse en los platós, un cambio que surgía de forma natural y casi inevitable.
Su primer papel le llegaba en Rebelde Way, una de las series juveniles más populares de Argentina. A lo largo de su carrera, ha trabajado en importantes producciones como Patito Feo, Violetta, Señora Acero, Me declaro culpable, Rubí y, más recientemente, Me atrevo a amarte, donde, además de dar vida a Alejandro, su protagonista, también interpreta el tema musical de la telenovela, titulado Amor Divino, demostrando así su faceta musical, otra de sus grandes pasiones. También hemos podido verlo en ficciones españolas como Bienvenidos al Lolita y la película Solo química, junto a Ana Fernández. Esta trayectoria internacional le ha permitido consolidarse como un actor versátil y respetado por crítica y público.
Más allá de los rodajes, Rodrigo, de 45 años, es un hombre muy familiar y apegado a su tierra natal, Argentina, a la que regresa siempre que el trabajo se lo permite para disfrutar de sus amigos, su casa, su música, su barrio y, por supuesto, de su gastronomía.
La encrucijada no solo ha supuesto para el intérprete un gran impulso profesional y su regreso a la televisión española, sino que también le ha traído algo mucho más especial: su historia de amor con Arianna Aragón, hija de Rody Aragón y Patricia Santamarina, actual mujer de Carlos Sobera. La pareja se conoció durante el rodaje de la serie y aunque la joven actriz solo aparece en el primer episodio, fue tiempo suficiente para que surgiera la chispa entre ellos. Los dos intérpretes están juntos desde octubre de 2024 y su relación avanza con paso firme.
Ambos se apoyan y complementan tanto en lo profesional como en lo personal y están felices juntos. Sin ir más lejos, este fin de semana el artista se desplazaba hasta San Sebastián para ver Inmaduros en el teatro Victoria Eugenia, la obra que su chica comparte con su padrastro. Esta complicidad entre ellos se refleja también en su día a día, como explicaba el propio actor argentino durante la premiere de La encrucijada en Madrid: “Hablamos mucho, nos aconsejamos. Nos ayudamos con los castings. Ahora hay mucho self-tape, que nos mandan para hacer los vídeos en casa y la verdad nos viene bárbaro a los dos, que nos damos las réplicas y nos ayudamos a elegir las escenas con la cámara".
Rodrigo se siente muy cómodo en España y no descarta quedarse una temporada si surgen nuevas oportunidades laborales, algo que sin duda lo acercaría aún más a Arianna, a quien describe como su gran apoyo durante sus estancias en nuestro país. También ha hablado con cariño del entorno familiar de su novia y no ha dudado en elogiar al presentador de Todos por ti: “Es un amor de persona. Él es un grande, es un hombre muy trabajador, muy carismático”, decía, dejando claro lo integrado que está y lo bien que se siente en esta etapa, tanto dentro como fuera de la pantalla.
Lejos del galán que encarna en la ficción, Rodrigo es un apasionado del bricolaje, disfruta tocando la guitarra y encuentra en la música uno de sus mayores refugios. De declara admirador de Elvis Presley, aunque su canción favorita es Little Wing de Jimmy Hendrix. También ha reconocido que El club de la lucha es una de las películas que más le han marcado y que no se cansa de ver. Además, como buen argentino, es un gran amante del fútbol y es hincha de River Plate. Un hombre de gustos sencillos y los pies en la tierra que ahora conquista al público español en la piel de César Bravo.