El tiempo vuela cuando se vive con amor y si no que se lo digan a Helen Lindes y Rudy Fernández, que han celebrado sus diez años de casados con un plan lleno de simbolismo y ternura. La pareja que sigue tan enamorada como el primer día ha querido organizar una escapada muy especial a La Fortaleza de Pollença, en Mallorca, el enclave mágico donde se dieron el ‘sí, quiero’ el 4 de julio de 2015. Ahora, una década después, han regresado a ese rincón tan especial, pero lo han hecho acompañados de sus tres hijos, Alan (7), Aura (5) y la pequeña Anaís, que llegó al mundo el pasado enero.
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Un aniversario inolvidable, en un entorno idílico y con sus tres pequeños como protagonistas. Así ha sido la celebración íntima y familiar con la que han querido conmemorar estos diez años de matrimonio, rodeados de mar, naturaleza y, sobre todo, amor. Helen lo compartía emocionada con sus seguidores a través de sus redes sociales: “¡Hoy celebramos nuestro 10° aniversario de boda! Y hemos tenido la suerte de volver al maravilloso lugar donde nos casamos, La Fortaleza de Puerto de Pollença. Y he de decir que los votos que nos leímos aquí ese 4 de julio de 2015 han sido toda una premonición”, escribía con nostalgia y alegría, acompañando sus palabras de imágenes llenas de complicidad y recuerdos.
Y no podía faltar una declaración cargada de sentimiento hacia su gran compañero de vida: “¡Aquí seguimos igual que el primer día pero con familia numerosa! Te quiero mucho Rudy Fernández. ¡Por otros diez años más!”, añadía la modelo, emocionando a todos los que siguen de cerca su bonita historia. Para completar ese paseo por la memoria, compartió también una imagen que resume a la perfección aquel día mágico: “En la última foto podéis ver un pequeño collage de ese momento caminando al altar ¡Nervios a flor de piel!”, comentaba, rememorando con ternura una de las escenas más especiales de su boda.
La elección de La Fortaleza no fue casual. Este impresionante castillo del siglo XVII, ubicado en la península de Punta Avançada, fue el escenario de su romántico enlace. Un día que aún permanece imborrable en la memoria de sus más de 200 invitados, entre los que se encontraban rostros conocidos como Pau Gasol, Amaia Salamanca, Dani Martínez o Lorena Van Heerde. Helen lució entonces un espectacular vestido de chantilly francés, de corte sirena y espalda al aire, diseñado junto a Rosa Clará, que también firmó el segundo look de la novia para el banquete. Esa boda, que marcó el inicio de una nueva etapa, ha sido uno de los momentos más felices de sus vidas, y este décimo aniversario no ha hecho más que reafirmar lo lejos que han llegado desde entonces.
En esta vuelta a los orígenes, Helen y Rudy han encontrado momentos para desconectar y reencontrarse, en medio de juegos con sus hijos y chapuzones refrescantes en la piscina. La complicidad entre ambos es palpable en cada instantánea: miradas cómplices, abrazos sinceros y ese cariño que solo el tiempo y la entrega mutua pueden consolidar. No es la primera vez que la pareja se reserva unos días para celebrar su amor. Hace solo unos meses disfrutaban de una romántica escapada a Abu Dabi, una pausa en pareja que combinó cultura, relax y paseos en barco, aprovechando la Final Four de la Euroliga. “Hacía tiempo que no desconectábamos así en pareja”, contaba entonces Helen, que reconocía que fue un ' viaje de ensueño', para dedicarse tiempo el uno al otro.
Una historia que sigue creciendo
Ahora, con tres hijos, Helen y Rudy viven una etapa de plenitud. El nacimiento de Anaís el pasado 30 de enero completó su sueño de formar una familia numerosa. “Bienvenida al mundo, pequeña”, anunciaba entonces la modelo, compartiendo que la bebé había nacido mediante un parto natural y que tanto ella como la pequeña se encontraban en perfecto estado. “Las dos estamos muy bien, recuperándonos de esta experiencia tan intensa y con muchas ganas de irnos a casa y empezar esta nueva etapa”, escribía con emoción.
La llegada de Anaís fue especialmente esperada: “Rudy y yo queríamos volver a ser padres y llevábamos dos años intentándolo. A partir de cierta edad, es mucho más complicado”, confesó Helen, que acaba de cumplir 43 años. Alan y Aura, por su parte, se han convertido en los mejores hermanos mayores, y su presencia ha sido clave en esta celebración familiar, donde cada sonrisa y cada baño en la piscina ha estado lleno de significado.
Desde que sus caminos se cruzaron en 2011, Helen y Rudy han compartido todas las etapas de la vida: compromisos, cambios profesionales, maternidad y paternidad, y muchos sueños cumplidos. El verano pasado, Rudy se despedía del baloncesto profesional con un emotivo mensaje a su esposa: “Helen, gracias por tu apoyo sin fisuras, por todos tus sacrificios, tus desvelos, para que yo pudiera dedicarme al baloncesto. Te prometo que voy a intentar cuidarte como lo has hecho tú todos estos años”, decía visiblemente emocionado.