Hasta ese momento, era solo producto de la intuición. De leer entre líneas o, mejor, de echar mano de redes y ver ausencias en unas instantáneas donde, en otras, había encuentros y sorpresas. Véase unas fotos de ella en Tokio, un vídeo de él en Nueva York... Pero escuchamos por primera vez su último disco, Cuarto Azul y las dudas se disiparon para dar paso a las certezas. La princesa del pop se descalzaba en su Listening Party del Movistar Arena y se confesaba en la intimidad de su dormitorio celeste, entre encajes blancos y el confort de sus 15.000 mejores amigos. Y claro, sus palabras desataron la locura.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La cantante ponía en contexto uno de sus tracks más reveladores, ese que habla de las primeras veces en las que la cama vuelve a ser un territorio inhóspito y desconocido, porque durante un tiempo —el que duró el amor— solo se exploraba un lado y el resto, era compartido... Cuando de repente, en medio del relato, Aitana utilizaba un pretérito perfecto simple que, obviamente, no podía serlo más. Ni perfecto ni simple.
"Empecé a dormir en el centro de la cama otra vez y pensé: “Ostras, qué fuerte, estoy sola”. Hacía mucho tiempo que no había estado sola y había tenido mucho apego a estar en pareja. He pasado un año... He estado un año soltera y ha sido realmente algo muy bonito también para encontrarme".
"¿Ha dicho “he estado”?", empezaba a escucharse en las gradas, como si se hubieran convertido en un coro griego. Y, sí, lo había dicho. Ese desliz gramatical, unido a otra canción, Superestrella, y a un tiktok en donde a Plex se autoproclamaba como "un hombre enamorado" nos conducían directamente a resolver el crucigrama, a atar todos los cabos... O casi todos. Solo necesitábamos encontrar ese desde donde zarpa el amor y sopla el viento en popa y a toda vela.
Y solo podía estar en el sitio, el "fav del mundo" para Aitana: Ibiza. Estas imágenes proceden de allí. Y de este fin de semana. Unas instantáneas que confirman no solo que entre Aitana y Plex revolotean mariposas —por su piel morena o, incluso, su estómago, cuando queremos decir "corazón"—, sino que la artista y el youtuber son ya un tándem, una pareja.
"Cumpleaños feliz"
Yate, puestas de sol, kayaks, fiesta seventies, sesiones DJ, tarta de tres pisos azul klein, compras y rebajas, carreras de karts, paellas en Casa Jondal... Aitana no se ha dejado nada por hacer para celebrar que el viernes 27 cumplía 26 años, y quería desconectar de todo rodeada de amigos y familiares. Sus primos, la actriz Nicole Wallace; el también youtuber Krufy; Ganga, su tatuador... y, por supuesto, Plex.
Con él, cosas de esa privacy que luego descubrimos en corcheas y pentagramas, no nos encontramos en ningún carrusel fotográfico de sus redes, pero sí en el vídeo en el que, a la luz de las velas, le cantan todos Cumpleaños feliz y, entre los altos y los bajos, resuena la voz del de Toro.
Aitana y Plex no han obviado en sus redes que los dos estaban pasando unos días en Ibiza. Tanto en la eslora de un barco como en las calles de San Antonio, solo que no han compartido ninguna foto juntos. Eso sí, la voz de Plex se escuchaba entre todas las demás cuando Aitana sopló su tarta de cumpleaños con 26 velas
Menos mal que siempre hay un fotógrafo avispado para alegrarnos la vista y enseñarnos, además de unos cuerpos de escándalo, como de bronce bruñido —atención a los abdominales del chaval y a las piernas y glúteos de la cantante—, que la de 26 y el de 23 años tienen algo más que palabras.
Y tiene gracia, porque Daniel Alonso Góndez, que así se llama el zamorano, en la lista de los mejores influencers del año según Forbes, tiene un don especial para encontrar la correcta para describir su ya tercera vuelta al mundo del canal.
Malditas coincidencias
No muy lejos, que a veces las plataformas de viajes las carga el diablo, también surcaban las aguas turquesa de las Pitiusas Sebastián Yatra con la amiga común de la pareja que nos regaló Akureyri y excompañera de academia, Lola Índigo, con quien la de San Clement de Llobregat pasó el verano pasado y éste ni siquiera ha compartido un triste tumbet.