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Rocío Flores y su madre, Rocío Carrasco, protagonizaron un tenso cara a cara en los juzgados el pasado lunes. Después de cuatro años sin verse, ambas acudieron a la Audiencia Provincial de Madrid para declarar como testigos en el juicio contra La Fábrica de la Tele, una batalla legal iniciada por la hija de Antonio David Flores por difundir documentos y datos sobre ella cuando era menor de edad en el documental Rocío: contar la verdad para seguir viva. Al abandonar los juzgados, Rocío Carrasco se limitó a comentar que todo había ido "bien", sin querer hacer más declaraciones. Sin embargo, su hija se mostró desbordada, al borde del llanto. Ahora, ha compartido un mensaje para explicar cómo se encuentra tras lo ocurrido.
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Ya de vuelta en Málaga, donde tiene fijada su residencia junto a su pareja, Manuel Bedmar, Rocío Flores ha querido sincerarse con sus seguidores. En su publicación, reconoce lo dura que está siendo esta semana para ella: "De vuelta a casa después de haber pasado unos días muy difíciles para mí", comienza diciendo. Tiene claro que, ahora, lo que quiere es pasar página: "Solo quiero intentar retomar mi vida con la 'normalidad' que me toca". Además, ha querido agradecer todas las muestras de cariño que ha recibido: "Gracias por todo, por todos los mensajes de ánimo y apoyo, sabéis mi postura sobre este tema", concluye.
En estos días delicados, Rocío cuenta con el apoyo incondicional no solo de sus admiradores, sino también de sus seres queridos. Como Manuel, su chico, con quien lleva casi nueve años de historia de amor. Él está ahí en los buenos y malos momentos de su vida, y sin duda será un pilar fundamental tras el encuentro con su madre. También su mascota, una perrita llamada Roma que, a su manera, le demuestra su cariño al sentir que Rocío no atraviesa un buen momento: "Desde que llegué anoche, literal no se ha separado de mí", ha comentado la influencer.
Rocío Flores llegó el pasado 23 de junio a la Audiencia Provincial de Madrid acompañada por su abogado, Iván Hernández, con el rostro serio, pero sin comentar nada. A la salida, sin embargo, no pudo evitar derrumbarse. Con la voz entrecortada y a punto de llorar, se rompió al escuchar las preguntas de los periodistas sobre su madre: "Sabéis que esto para mí ha sido siempre un tema que he querido llevar en la intimidad y no tengo nada que deciros", declaró.
La relación de Rocío Flores con su madre cambió para siempre cuando tenía 15 años. Llevan distanciadas más de una década en la que sus interacciones han sido mínimas, limitadas a algún encuentro accidental como el que protagonizaron en las instalaciones de Mediaset en verano de 2021. Tras verse las caras a los juzgados, ambas siguen con sus caminos por separado y, como ha señalado Rocío, con ganas de volver a la normalidad lo antes posible.