La vida de Genevieve Chenneour, actriz de la exitosa serie Los Bridgerton, cambió radicalmente el pasado mes de febrero. Lo que parecía ser una tranquila pausa en un café londinense se convirtió en una pesadilla: fue víctima de un violento intento de robo que, en sus propias palabras, se convirtió en una situación de “vida o muerte”. Cuatro meses después, la intérprete de Clara Livingston en la ficción de Netflix ha roto su silencio en varias entrevistas, entre ellas The Times y el programa This Morning, donde ha relatado con crudeza cómo fue aquel momento y las secuelas que ha dejado en su vida.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Un robo a plena luz del día… y una reacción instintiva
Chenneour se encontraba en un local de Joe & The Juice en Kensington, acompañada de su entonces pareja, Carlo Kureishi, cuando un joven de 18 años, identificado como Zacariah Boulares, le arrebató el teléfono móvil de la mesa. Lejos de quedarse paralizada, la actriz reaccionó con rapidez. “Fue pura intuición”, recuerda. Se abalanzó sobre el agresor, ayudada por Kureishi, y consiguió inmovilizarlo. “Me subí a su espalda y me amenazó con apuñalarme. En ese momento pensé que me iban a matar”, ha confesado.
Aunque logró recuperar el móvil, Chenneour recibió un golpe en la cabeza que la dejó inconsciente brevemente. Más tarde, su médico confirmó que había sufrido una conmoción cerebral. “Estuve semanas con mareos y aún me da miedo salir sola”, reconocía entre lágrimas.
"Toqué fondo": el impacto emocional y la ruptura
Más allá de las heridas físicas, el ataque dejó una huella profunda en su salud mental. “Después del incidente y la ruptura con mi pareja, toqué fondo. Ha sido un shock enorme y aterrador, pero quizás todo esto tenía que pasar para que pudiera empezar de nuevo”, explicó. La actriz, que ha abandonado su residencia habitual en el oeste de Londres, asegura que desde entonces sufre ansiedad, hipervigilancia y episodios de agorafobia. “Salir de casa era durísimo. Como mujeres, ya vamos en alerta por la calle. Esto me empujó a un límite aún mayor”.
Desde aquel día, ha evitado lugares con grandes concentraciones de hombres y ha cancelado su asistencia a eventos públicos como festivales. “No me siento segura rodeada de multitudes”, afirmaba.
Un ladrón reincidente
El agresor, Zacariah Boulares, no era un desconocido para las autoridades. Con 12 condenas previas a sus espaldas —entre ellas, haber amenazado con decapitar al cantante galés Aled Jones con un machete en 2023—, solo había cumplido 14 meses de una condena de 24 antes de quedar en libertad. “Necesita ir a prisión, pero también tratamiento psicológico”, ha declarado Chenneour, que denuncia la falta de rehabilitación en el sistema judicial británico. “Si no se les trata, cometerán delitos peores”.
El joven se declaró culpable el pasado mayo de robo y agresión. Su sentencia estaba prevista para el 17 de junio en el Tribunal de la Corona de Isleworth, auque por el momento no ha trascendido nada.
"Fue una locura. Un momento que me cambió la vida"
Chenneour, exnadadora profesional con formación en boxeo, atribuye su rápida reacción a su experiencia física y a haber crecido con tres hermanos. “Pensé que era una reacción normal, pero luego vi los comentarios y entendí que la mayoría habría dejado que se llevaran el teléfono”. A pesar de la valentía que ha demostrado, insiste en que no recomienda actuar como ella lo hizo. “Fue una locura. Un momento que me cambió la vida”.
Hoy, convertida sin querer en portavoz de muchas víctimas anónimas, reconoce que ha podido hablar con personas que han pasado por experiencias similares. “Me ha ayudado a conectar con otras víctimas. Me di cuenta de cuánta gente vive con esa ansiedad”, ha compartido.
Mientras se recupera del trauma y pone el foco en su carrera, Genevieve lanza un mensaje claro: “Esto no debería pasarle a nadie. Y si ocurre, necesitamos apoyo, no silencio”.