Si hay un futbolista que ha sabido ganarse el respeto sin necesidad de titulares ruidosos ni polémicas, ese es Unai Simón. Con un estilo sobrio y eficaz, el portero del Athletic Club y de la selección española ha demostrado que el talento, la constancia y el trabajo silencioso pueden hablar más fuerte que cualquier declaración mediática.
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A sus 27 años, es el dueño absoluto de la portería de España, un puesto que ha defendido con determinación en cada gran competición. Su última gesta lo ha vuelto a colocar bajo los focos: fue clave en la victoria en semifinales ante Francia (5-4), con intervenciones que evitaron la remontada gala en un partido que por momentos rozó el caos. Y ahora, con la final de la Nations League, el próximo 8 de junio, toda España confía en sus reflejos para alcanzar la gloria. Pero más allá de sus hazañas deportivas, ¿qué sabemos de la vida de Unai Simón fuera de los terrenos de juego?
Un carácter reservado y una vida lejos de los focos
A diferencia de otros futbolistas de élite, Simón no es un habitual de las redes sociales ni de los titulares extradeportivos. Su círculo cercano lo describe como una persona humilde, tranquila y muy familiar. De hecho, su entorno ha sido clave en su desarrollo personal y profesional.
Nació el 11 de junio de 1997 en Murguía (Álava) y desde pequeño mostró una gran pasión por el fútbol. Su padre es Guardia Civil y su madre es miembro de la Ertzaintza y ellos fueron quienes le inculcaron los valores de esfuerzo y disciplina que han marcado su carrera. En una entrevista concedida a El Correo, el guardameta reconocía: “Mi familia no lo pasa bien viéndome jugar al fútbol. Salvo con mi padre, que creo que cada vez lo pasa peor, muchas de las conversaciones son ajenas al fútbol. No me dicen que gane ni nada. El mensaje es el que siempre me han transmitido: que me lo pase bien e intente disfrutar. Con la exigencia que me meto igual no disfruto tanto como debería. Estoy muy orgulloso de mi familia”. Pese a su éxito, Simón es un hombre fiel a sus raíces y a los suyos, cercano a su familia y a sus amigos de siempre, con los que se reúne siempre que puede y el fútbol se lo permite. Ellos son sus pilares para mantener los pies en el suelo y alejarse del ruido mediático.
Simon mantiene una relación estable con su novia, aunque prefiere mantener su vida privada lejos de los focos, porque es muy celoso de su intimidad. A diferencia de muchos futbolistas, rara vez se le ve en eventos públicos fuera del ámbito deportivo, optando por un perfil discreto que refleja su personalidad tranquila y reservada. “Tengo un grupo de amigos muy sano al que le puedo contar cualquier problema, una novia, tengo mucha gente que me apoya", ha confesado en alguna ocasión.
Pero su visión de futuro va más allá de los terrenos de juego. Consciente de que la carrera de un futbolista no dura para siempre, ha estado preparando su plan alternativo en los últimos años. Durante la pandemia, reveló que se había inscrito en Administración y Dirección de Empresas, con el objetivo de adquirir conocimientos que le permitan adentrarse en el mundo empresarial una vez que cuelgue los guantes. Una muestra más de que Unai Simón no solo piensa en el presente, sino en construir un futuro sólido fuera del fútbol. Su enfoque es claro: el fútbol es su prioridad, y su vida personal queda en un segundo plano. Esta actitud le ha permitido mantenerse alejado de polémicas y centrarse en su carrera, algo que muchos aficionados valoran
El amor por el Athletic y su ascenso meteórico
Simón comenzó su carrera en el AD Zuya, el equipo de su localidad, pero pronto llamó la atención del Athletic Club, que lo incorporó a su cantera cuando tenía 14 años. Desde entonces, su progresión ha sido imparable. Debutó con el primer equipo en 2018, tras la salida de Kepa Arrizabalaga, exportero del Real Madrid, y rápidamente se consolidó como titular. Su seguridad bajo palos, su capacidad de liderazgo y su habilidad para jugar con los pies lo convirtieron en una pieza clave del equipo bilbaíno.
En la selección española, su gran oportunidad llegó en 2020, cuando fue convocado por Luis Enrique. Desde entonces, ha sido el portero titular en torneos como la Eurocopa 2021, el Mundial de Catar 2022 y la Nations League 2023. Sin olvidarnos de que fue clave en la consecución de la Eurocopa de 2024, donde fue decisivo en la tanda de penaltis contra Croacia. Este domingo 8 de junio se disputa la final de Nations League 2025 ante Portugal, liderada por Cristiano Ronaldo, y Simón tiene una nueva oportunidad de demostrar por qué es el guardián indiscutible de la Roja. Su trayectoria sigue en ascenso, y su papel en el Athletic Club y la selección lo consolidan como uno de los mejores porteros de su generación.