Nuria Fergó está más de actualidad que nunca. La cantante, que participó en la primera edición de Operación Triunfo, concedía hace tan solo unos días su entrevista más personal en el programa Madres: desde el corazón, de Mediaset, en la que habló de cómo vivió la maternidad, la separación con el que era su marido en pleno posparto, y su estado actual tras haber pospuesto —y finalmente roto— su compromiso con Juan Pablo Lauro, exmarido de Irene Villa.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Hasta ahora, la artista había llevado una vida más discreta tras instalarse en Madrid, ciudad en la que ha echado raíces después de un largo periplo vital. Natural de Nerja, primero se trasladó a Barcelona, luego a Palma de Mallorca —donde se casó con José Manuel Maíz—, posteriormente regresó a Málaga y, finalmente, se estableció en la capital. Antes de su última mudanza, vivía en Majadahonda, muy cerca de su amiga Chenoa.
En agosto de 2024, Nuria se mudó junto a su entonces pareja, Juan Pablo Lauro, a un piso más grande: un chalecito en las afueras de Madrid que les permitiera vivir con mayor amplitud. La cantante tiene una hija, Martina, fruto de su matrimonio con Maíz, y Lauro es padre de tres hijos —Carlos, Mario y Pablo— de su relación con Irene Villa. En total, formaban una familia numerosa en la que compartían rutinas, afecto y convivencia.
Sin embargo, tras poner fin a su relación, la malagueña ha vuelto a hacer las maletas, ha preparado decenas de cajas y ha iniciado una nueva mudanza. De hecho, ella misma ha confesado que es su tercera mudanza dentro de Madrid. Esta vez lo ha hecho ayudada por una de sus mejores amigas y, aunque cualquier mudanza conlleva estrés y nervios, Nuria ha afrontado esta etapa como un nuevo comienzo. Y eso que no atraviesa el mejor momento de su vida, no solo por la ruptura —que ha afrontado con madurez emocional: “Estoy muy tranquila porque he vivido la relación como he querido vivirla”—, sino también por la reciente pérdida de su padre, el pasado mes de marzo, apenas unas semanas después de que le diagnosticaran cáncer.
Serena, tranquila y aún con el dolor latente por la pérdida de uno de los pilares fundamentales de su vida —su padre—, Nuria afirmaba: “No soy diferente a las demás. También lo paso mal, también lucho por lo que amo”. Lejos de colocarse en el papel de víctima, la cantante ha transformado sus heridas en aprendizajes. Como ella misma expresa: “Lo importante es vivir como una quiere vivir”.