Amal Clooney, reconocida abogada de derechos humanos y mujer del actor George Clooney, podría verse en una situación impensable: ser vetada de entrar a Estados Unidos, el país donde vive con su familia. ¿La razón? Su papel clave en un proceso legal que ha sacudido la política internacional… y que ha enfurecido nada menos que al presidente Donald Trump.
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La abogada libanesa-británica, de 47 años, fue parte de un panel de expertos legales internacionales que asesoró a la Corte Penal Internacional (CPI) sobre presuntos crímenes de guerra cometidos tanto por líderes de Hamás como por altos cargos israelíes durante el conflicto en Gaza. Entre ellos, el actual primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant. El resultado: en noviembre de 2024, la CPI emitió órdenes de arresto contra ambos.
Este paso provocó una respuesta fulminante de la administración Trump, que firmó en febrero de 2025 una orden ejecutiva para imponer duras sanciones a la CPI y a quienes colaboren con sus investigaciones. Las medidas incluyen restricciones de entrada a EE. UU., congelación de activos y otras consecuencias severas. El fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, ya fue directamente nombrado en la orden… pero ahora todas las miradas apuntan a Amal Clooney.
¿Puede realmente ser vetada de EE. UU.?
Aunque parezca sacado de un thriller legal de Hollywood, la amenaza es real. Según el Financial Times, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido ha advertido a varios abogados de alto perfil —incluida Amal— de que podrían ser blanco de sanciones por su asesoría a la CPI. La abogada, que está registrada para ejercer en Nueva York, Inglaterra y Gales, reside actualmente en Estados Unidos junto a George Clooney y sus hijos gemelos, Ella y Alexander, de 7 años.
La pareja se encuentra ahora en Nueva York, donde George protagoniza una obra de teatro en Broadway. El propio actor dijo recientemente en televisión que disfrutaban mucho de la ciudad: “¿Cómo no amar esto? Es Nueva York”. Sin embargo, si se aplicaran las sanciones, Amal podría verse impedida de regresar al país si sale, o incluso de permanecer legalmente.
Diplomacia, justicia y Hollywood
Más allá del glamour, la historia de Amal Clooney es la de una mujer comprometida con la defensa de los derechos humanos, aunque eso implique incomodar a líderes mundiales. Hija de una conocida periodista libanesa, Amal nació en Beirut durante la guerra civil, se crió en el Reino Unido y se formó en Oxford y la Universidad de Nueva York. A lo largo de su carrera ha defendido causas globales como la de Julian Assange o víctimas del ISIS, y en 2024 fue galardonada como "Abogada Internacional del Año" por Legal 500.
En este caso, Amal aceptó unirse al panel de expertos de la CPI para evaluar las pruebas de crímenes de guerra en Gaza. En una declaración pública, explicó: “Formé parte de este panel porque creo en el Estado de derecho y en la necesidad de proteger las vidas de los civiles”. Según el informe del panel, tanto Hamás como altos cargos israelíes deberían rendir cuentas ante la justicia internacional.
Pero para Trump y sus aliados, esa conclusión no solo es equivocada, sino inaceptable. La orden ejecutiva firmada por el presidente acusa a la CPI de actuar con “prejuicio” y de emitir órdenes de arresto “infundadas” contra aliados de Estados Unidos, especialmente Israel. El escenario es tenso y sin precedentes: nunca antes Estados Unidos había sancionado a abogados extranjeros por ejercer su labor profesional ante tribunales internacionales. De hecho, expertos legales advierten que estas medidas contradicen los principios fundamentales de la ONU sobre el ejercicio de la abogacía. Aun así, al tratarse de una orden ejecutiva, la decisión no necesita pasar por el Congreso ni por una corte para aplicarse. La sanción puede incluir la prohibición inmediata de entrada al país y el congelamiento de cualquier activo financiero vinculado.
Durante el proceso legal —que podría prolongarse entre seis y 24 meses— la sanción seguiría activa. Amal Clooney, que en el pasado ha sido elogiada por su labor en defensa de los derechos humanos, podría verse en medio de un conflicto político que va mucho más allá de su carrera.
Por ahora, ni ella ni George Clooney han emitido comentarios públicos sobre el asunto.