Rota de dolor y sin poder contener las lágrimas ha llegado Lydia Lozano al tanatorio de La Paz (Madrid) para dar el último adiós a la que fue su gran referente y un pilar fundamental en su vida: su madre, Sol Hernández, que ha muerto a los 95 años. La presentadora tiene por delante la difícil tarea de aprender a vivir con esta ausencia, pero se queda con todo lo bueno que han pasado juntas y lo unidas que siempre han estado. Además, cuenta en estos complicados momentos con el apoyo de compañeros y amigos que han querido acompañarla.
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