Día once, del mes once. Por fin se cumplió el deseo de Álex Fernández y Alexia Hernández de celebrar su boda religiosa. Dos años después de su romántico compromiso, la pareja pronunció el tercero y más esperado de los ‘sí quiero’, como ellos mismos compartieron con ¡HOLA! México, horas antes de su enlace. “Para nosotros esta boda es la más importante. Cuando crees en Dios y has crecido teniendo presente la religión, le das mucha más importancia. Aunque ya nos casamos por lo civil y lo espiritual, esta es la buena”, comentó el hijo de Alejandro Fernández, quien añadió: “Estoy más emocionado que nervioso”.

Como recordarán nuestros lectores, la pareja tuvo que aplazar su boda religiosa en dos ocasiones. La primera, a causa de la pandemia; y la segunda, por el estado de salud de don Vicente Fernández. Por eso, para su gran día, no dejaron nada a la improvisación. Si eligieron la curiosa fecha del 11 del 11 del 22 fue por algo: “Es un número significativo porque yo nací el 11 de junio y Alejandro es de noviembre”, confesó la radiante novia.

“Alexia es la mujer que me complementa, con la que disfruto cada día que vivo. Estoy superenamorado y quisiera seguir así toda mi vida”

Así vistieron los novios en su gran día

Poco antes de las 7 de la noche, todo estaba listo en el Templo de San Juan Macías, en Zapopan, para dar la bienvenida a los protagonistas del día. Siguiendo la tradición familiar, Álex acompañado por su madre, América Guinart, apareció en la iglesia luciendo un traje de charro, creación de Don Lucio. “¡Lo diseñé yo!”, afirmó Álex con risa nerviosa para después sincerarse: “Bueno, entre Alexia y yo, y está padrísimo. La tela y la botonadura son increíbles, todo el traje está bordado, ¡es impresionante! Tengo muchísimas ganas de estrenarlo”. Siguiendo la costumbre del traje de charro, el cantante, de veintinueve años, quiso rendir un homenaje a su abuelo, Vicente Fernández, fallecido en diciembre de 2021, llevando consigo la pistola que le regaló el Charro de Huentitán.

En punto de las 7, la novia entró en la iglesia del brazo de su hermano, Enrique, y se descubría en ese momento uno de los secretos mejor guardados: el vestido de novia que Alexia había elegido para su ceremonia religiosa: una creación de Pronovias Atelier, en corte sirena , elaborado en crepé con mangas largas, calados de pedrería y transparencias en el costado que fueron uno de los motivos por los que la joven se enamoró de este diseño desde hace más de un año, cuando iniciaron los preparativos para su gran día. “Me fascinó desde que lo vi y eso pasó después de que Álex me diera el anillo, en 2020. Cuando pregunté por él, me dijeron que tenía que pedirlo seis meses antes de la boda y aunque me daba un poquito de nervio comprarlo sin haberlo visto físicamente, cuando me lo probé, me encantó”.

El novio vistió un elegante traje de charro, al igual que los hombres de su familia, en recuerdo de su abuelo, Vicente Fernández, fallecido en diciembre del 2021

Finalmente, la novia coronó este ajuar con un elegante velo, propiedad de su cuñada, Camila, cumpliendo así con la tradición de llevar algo prestado, para atraer la buena suerte, el amor y la felicidad a su unión.

Por supuesto, otra de las grandes protagonistas de la jornada fue Mía, la primogénita de la pareja, a la que dieron la bienvenida en marzo pasado. La pequeña de ocho meses fue parte del cortejo nupcial, en el que desfiló a bordo de su carriola adornada con flores blancas, presumiendo el bonito outfit que bajo la indicación de su mamá y la ejecución de su tía bisabuela se confeccionó en su honor.

La ceremonia fue oficiada por el padre Juan Pedro Oriol y el obispo Marcelino Hernández. Álex y Alexia escucharon atentamente a los sacerdotes, acompañados de cerca por los padres del novio, Alejandro Fernández y América Guinart, y por la madre de la novia, Adriana Mendoza, mientras de fondo se escuchaba el mariachi. Durante todo el día, el recuerdo de José Enrique Hernández (†), padre de la novia, estuvo muy presente. En cuanto a los padrinos, por parte de Álex, tal y como él mismo nos confesó, fueron: “mi tía Charito y mi tío Pancho, que tienen un matrimonio de muchos años y han sido una superpareja en las buenas y en las malas, así que son un ejemplo a seguir, por eso decidimos elegirlos. Además, ella es como mi segunda mamá”. El cantante siempre estuvo cobijado por el cariño de sus cómplices incondicionales, sus hermanas, América y Camila, sus madrinas de lazo. A esta importante cita, también acudieron Emiliano y Valentina, los hijos menores de Alejandro Fernández, fruto de la relación de El Potrillo con Ximena Díaz.

Álex y Alexia posaron con sus respectivas familias en la Casa Rosa, la espectacular residencia de Alejandro Fernández en Guadalajara

Una fiesta mágica en inolvidable

Una vez concluida la ceremonia, los más de 200 invitados disfrutaron de la recepción que prepararon detalle a detalle los novios en el salón Bellaterra, a solo cinco minutos de la iglesia. “Quisimos hacerlo todo al estilo charro, pero con un toque moderno . La wedding planner nos guió, pero estuvimos involucrados en todo”, confesó Álex, quien disfrutó especialmente, en los previos de la boda, de la elección del banquete: “En las pruebas del menú y las bebidas nos prepararon un cóctel delicioso”, comenta divertido.

No es tarea fácil organizar una fiesta de tales dimensiones, cuando “en nuestras mentes pensábamos en una fiesta superexclusiva, algo para 50 personas”, confesó Álex. Sin embargo, los novios tenían de su lado la experiencia y talento de Fabiola Alférez, la wedding planner que también estuvo detrás de la boda de Camila Fernández y Francisco Barba. “Ella ha trabajado con nuestra familia toda la vida. ¡Ya es de la casa!”.

La celebración logró reunir en una imagen para el recuerdo a los Fernández al completo, en la que hicieron su debut

Por su parte, Alexia se volcó en la decoración. “Disfruté muchísimo todo lo que tuvo que ver con las flores y los arreglos de las mesas ”. Los invitados aplaudieron el buen gusto del salón. Especialmente, les llamaron la atención las cortinas de luces que colgaban alumbrando cada rincón del salón, un toque romántico propio de una boda tan esperada.

“Quiero decirte hijo, que te amo y que les deseo lo mejor en la vida”, dijo emocionado ‘El Potrillo’ a su primogénito

Los novios hicieron su aparición triunfal en la recepción al ritmo de Canta corazón , una canción de Alejandro Fernández, con la que el intérprete rinde un homenaje al amor y que, en esta ocasión, parecía recién compuesta para Álex y Alexia. Ante una fiesta tan especial, doña Cuquita, muy elegante con un vestido de encaje en color guinda, estaba entusiasmada. En la iglesia ocupó la primera fila y también se acomodó, durante la recepción, en la mejor mesa, donde recibió el cariño de todos los suyos a lo largo de la velada. Y es que la boda de Álex y Alexia logró reunir a los Fernández, quienes no dejaron de pensar en don Vicente, el patriarca de una saga de charros de corazón. El novio dedicó unas emotivas palabras en memoria del Charro de Huentitán: “La última vez que pospusimos la boda fue por lo de mi abuelo, pero al final no podemos controlar la Naturaleza. Desafortunadamente, mi tata no va a poder estar con nosotros físicamente, pero seguro nos acompañará en espíritu”.

En esta celebración, se dieron cita Vicente Jr, el mayor del “clan”, quien acudió acompañado de su pareja, Mariana González; así como Gerardo y Alejandra Fernández, hermanos de El Potrillo quienes acompañaron felices a su sobrino y a su esposa en esta importante fecha.

“Alexia, acabas de entrar a una familia en la que te recibimos como una hija más”, agregó el cantante

Entre los invitados, Juan Carlos Valladares y Ximena Navarrete atrajeron la atención de las cámaras. La ex reina de belleza presumió su baby bump con un vestido rojo que dejaba ver cómo ha crecido su pancita en este segundo trimestre de embarazo, mientras disfrutan la dulce espera de su segundo hijo, un varón que podría llevar el mismo nombre que su papá, como contó la ex Miss Universo a ¡HOLA! al anunciar su embarazo hace un par de semanas. Marion Lanz-Duret y Jerónimo de Yturbe, también estuvieron entre los asistentes. En mayo pasado, el matrimonio celebró su sexto aniversario de bodas, tiempo en el que se han convertido en una de las parejas más reconocidas de la sociedad mexicana. Siempre sorprendente por sus originales estilismos, la socialité apostó por un vestido de manga abullonada en color plata.

Camila y su esposo Francisco Barba disfrutaron de una velada para dos, pero atendiendo a la indicación de la invitación, dejaron a la pequeña Cayetana, de un año y ocho meses, en casa. La cantante, al igual que su hermana América, optó por un vestido con aplicaciones de lentejuela en color negro, dando continuidad a los tonos oscuros que reinaron en los outfits de las mujeres de la familia.

Los anfitriones eligieron un menú de estilo mexicano para su gran día. Sorprendieron a sus invitados llevando los tradicionales tacos a un nivel gourmet, al añadir ingredientes poco convencionales. La velada estuvo amenizada por un grupo de violines que dieron el pistoletazo de salida para una noche mágica y musical.

Al centro de la pista, y entre fuegos artificiales, Álex y Alexia protagonizaron su primer baile de casados . Te prometo, de Il Divo, fue el tema que se escuchaba de fondo, mientras los novios conversaban entre risas y miradas cómplices. Y es que, a más de una década de relación, la pareja continúa cumpliendo la promesa de: “Siempre amarnos”, como dijo Alexia, y a lo que Álex añadió la importancia de “respetarse, cuidarse y estar juntos en las buenas y en las malas apoyándose siempre”.

“Alexia es la mujer con la que disfruto cada día que vivo y hasta la fecha tenemos una muy buena relación, mucha química, me la paso superbién con ella y creo que me complementa. Estoy superenamorado y quisiera seguir así toda mi vida. Por eso, decidimos casarnos”, nos cuenta Álex.

El cantante también es correspondido por la mujer de su vida y madre de su hija, quien aseguró que después de más una década juntos en los que conoce las virtudes y defectos del cantante, su sentimiento hacia él es incondicional: “Cada día me enamora más. Es el hombre con el que desde un principio me imaginé teniendo una familia”.

La novia entró al Templo de San Juan Macías del brazo de su hermano, Enrique Hernández. Durante la ceremonia, Camila y América, hermanas del novio, actuaron como madrinas de lazo

En la fiesta posterior a la boda no podía faltar la interpretación de algunos temas de la voz de Alejandro Fernández. El Potrillo interpretó para los recién casados Amor de los dos , una canción que guarda un significado muy especial para el cantante, pues forma parte del álbum En vivo: juntos por última vez, que grabó en concierto con su padre, en 2003. Aprovechando la emoción del momento, el artista dedicó unas conmovedoras palabras a los novios: “Quiero decirte hijo, que te amo y les deseo lo mejor en la vida. Alexia acabas de entrar a una familia en la que te recibimos como una hija más. Gracias por regalarme el tesoro de mi vida con Mía y Cayetana”, haciendo alusión a la hija de la pareja y a su primera nieta, la hija de Camila.

Una fiesta espectacular

En la fiesta, Alexia se cambió y lució su segundo vestido, un diseño inspirado en los que se usan en las bodas hindúes. Bordado a mano, pero en una versión de crop top , con el que la novia salió a la pista de baile y disfrutar de la música del Dj, encargado de amenizar la celebración.

Tras más de diez años de relación, los recién casados festejaron la boda de sus sueños en el salón Bellaterra, en Zapopan, ante más de 200 invitados, entre los que no faltó doña Cuquita, viuda del ‘Charro de Huentitán’

Para cumplir con una tradición más, como lo hizo Alexia al llevar lo nuevo (el vestido), lo prestado (el velo) y lo azul (unos aretes regalo de Phi Alta Joyería), Álex lanzó la liga que llevaba su esposa y después fue llevado en hombros por sus familiares y amigos, celebrando que ya es un hombre triplemente casado: por lo civil, por ceremonia espiritual y por lo religioso. Ya en la madrugada, el ambiente festivo dio paso a una noche bohemia en la que padre e hijo tomaron el micrófono y en un dueto improvisado cantaron Mujeres divinas, otro de los grandes éxitos de Vicente Fernández.

Con esta boda, los novios cumplieron uno más de los propósitos en su bucket list. Un listado en el que han incluido sus deseos de agrandar el “clan”: “Quiero una familia relativamente grande. Mínimo con tres hijos, aunque de preferencia me gustaría que fueran cinco. En cuanto se vaya dando la oportunidad me encantaría volver a ser papá, aunque no lo tenemos planeado ya para una fecha en específico”, confesó feliz Álex.

Para su primer baile como marido y mujer, la pareja eligió el tema Te prometo, de Il Divo, protagonizando uno de los momentos más románticos de la velada

A sabiendas —por experiencia propia y gracias a los consejos recibidos por sus padres— de que el camino que han decidido recorrer juntos como matrimonio no será fácil, la pareja disfruta al máximo de cada uno de sus pasos, mientras aprenden de la mano de su primogénita a ser los mejores padres. “Mía me trae loco, superenamorado y embobado. Creo que no pude haber pedido una mejor hija. Ojalá pueda seguir acompañándola en su vida por muchos años más y, en algún momento, ella pueda leer las entrevistas de cuando sus papás se casaron”. Y, aunque de momento no habrá “luna de miel” debido a los compromisos de Álex, en cuanto el cantante tenga un respiro en su agenda, los novios disfrutarán de una escapada romántica a Japón.