A sus 40 años, Tamara Falcó está imparable. Además de que sigue formándose como chef y está volcada en la nueva etapa de su firma de ropa, TFP, la hija de Isabel Preysler ha anunciado que se encuentra grabando con Netflix un documental sobre su vida que llevará por título, Tamara Falcó: la marquesa. Un trabajo que mostrará su vida de fantasía. Y para prueba: uno de los primeros episodios filmados es un viaje de la aristócrata a París. La imagen promocional para este documental fue tomada en el Palacio de El Rincón, en Aldea del Fresno (Madrid). Una fortaleza ajardinada del siglo XIX que su padre, el fallecido Carlos Falcó, heredó de su tía, Paloma Falcó, y que cuenta con 30 habitaciones y más de 120 hectáreas de terreno. En 2012, este espectacular edificio fue tasado en cinco millones de euros.
El palacio ha sido uno de los protagonistas de estas semanas tras el reparto de la herencia del marqués de Griñón, dos años después de su muerte a causa del coronavirus. Tal y como contó El Mundo, el hijo mayor del noble, el banquero Manolo Falcó, hoy marqués de Castel-Moncayo, y Tamara Falcó, marquesa de Griñón, han comprado a sus tres hermanos, Xandra, Duarte y Aldara, su correspondiente parte del inmueble, así como el usufructo a Esther Doña, cuarta esposa y viuda del aristócrata. Según ha podido confirmar ¡HOLA!, Manolo y Tamara lo han hecho de este modo con el objetivo de convertirse en socios de un nuevo proyecto empresarial.
Pero, ¿de qué negocio hablamos? “Hay varias ideas interesantes en marcha para su explotación, pero aún estamos en las primeras fases”, nos confirma un miembro de la familia que prefiere guardar el anonimato. Al parecer no tendría nada que ver con la organización de eventos en este espacio, actividad a la que El Rincón ya fue destinado hace unos años. Tras el interés de varios posibles compradores mostrado hace un tiempo, sus nuevos propietarios tampoco descartan desprenderse de él llegado el momento. “Si aparece un comprador, encantados de vender”, ha dicho Tamara al citado periódico. Aunque, tal y como nos cuentan fuentes cercanas a la aristócrata, ahora está volcada en el nuevo negocio que desvelará próximamente.
Un buen momento profesional que también coincide con el de su pareja. Íñigo Onieva, de viaje de trabajo a Brasil estos días, compagina su trabajo como director en Mabel Hospitality, compañía que desarrolla los negocios de restauración de Rafa Nadal y Abel Matutes, Jr., entre otros, con su trabajo como socio en Lula Club, una discoteca situada en plena Gran Vía de la capital que busca emular el ambiente del mítico Studio 54 neoyorquino, pero en la capital española.
