Durante los últimos meses, varios han sido los medios que han publicado informaciones nada tranquilizadoras sobre Manolo Santana. Es más, la reaparición pública que hizo el extenista el viernes 17 en la presentación del Mutua Madrid Open ha aumentado las especulaciones sobre su problemas de movilidad y su estado. Sin embargo, ¡HOLA!, desvela cómo es verdaderamente su condición física.
Según nos desliza su entorno más próximo, Manolo se encuentra bien, dentro de las circunstancias normales de una persona de su edad –no hay que olvidar que el pasado mes de marzo cumplió ochenta y tres años–. De hecho, después de pasar unas tranquilas vacaciones de verano junto a su esposa, Claudia Rodríguez, Santana vuelve a hacer ejercicio para mantenerse en la mejor forma posible.
Fue a principios de septiembre cuando el extenista retomó sus entrenamientos, dedicándole casi una hora diaria. Concretamente, corre alrededor de las instalaciones del club deportivo de Marbella que lleva su nombre y que fundó en 1997. Incluso Manolo también se anima a jugar con la pelota de fútbol. Tal y como demuestran las imágenes que ¡HOLA! ofrece en exclusiva, tomadas hace menos de un mes, su estado de salud no es precisamente como el que se ha difundido en ciertos medios de comunicación.
Pese a todo lo publicado a lo largo de estas últimas semanas, Santana consigue disfrutar de una vida tranquila y feliz al lado de la colombiana Claudia Rodríguez, con la que contrajo matrimonio en 2013 en Marbella. Según nos asegura su círculo más estrecho, su intención no es entrar en desmentir ninguno de los rumores sobre su esfera personal, a pesar de las indudables molestias que puedan causarle.
Gran impulsor del tenis en nuestro país, Manolo Santana ganó los principales torneos internacionales de este deporte a lo largo de la década de los sesenta. Se proclamó vencedor en Roland Garros en dos ocasiones en solitario, y otra más en la categoría de dobles –formando pareja con el australiano Roy Emerson–. Igualmente, ganó el Open de Estados Unidos y el torneo de Wimbledon, además de hacerse con la medalla de oro en las Olimpiadas de México, celebradas en 1968. Sin duda, un excelente palmarés que sitúa a Manolo entre los mejores tenistas de la historia.
