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Salud

¿Adolescentes con menopausia precoz? Sí, es posible

La prevalencia es muy pequeña, menos de 1 entre 10.000 adolescentes, pero es preciso saber cómo ayudarlas

La menopausia aparece, por lo general, en torno a los 50 años, pero en ocasiones se da antes. Hemos hablado con anterioridad de la menopausia precoz, que se llama así cuando la insuficiencia ovárica se presenta en la mujer antes de los 40. Si esto ya no es lo habitual, ¿es posible que una adolescente tenga menopausia? Por extraño que parezca, puede ocurrir, si bien el número de casos de los que se tiene constancia es muy bajo, tal y como nos indica el Dr. Pablo Romero, ginecólogo de la Asociación Española para la Menopausia: “el número de mujeres por debajo de los 20 años que tienen menopausia precoz es 1/10.000”. Buena prueba de que esta situación es una realidad para algunas adolescentes es Isabel Farías Meyer, que empezó a tener los primeros síntomas de menopausia precoz con tan solo 15 años y fue diagnosticada con IOP (Insuficiencia Ovárica Prematura) entre los 17 y los 18 años.

 

El desconocimiento al que ella se enfrentó en aquellos momentos la motivaron a seguir investigando en el asunto y, hace ahora justo un año, el 8 de marzo de 2023, fundó la Comunidad Menopausia Precoz de Latinoamérica, una comunidad pionera en la región. El motivo es la necesidad de dar información a las mujeres más jóvenes y, especialmente, a las adolescentes, sobre como la IOP puede afectar a su calidad de vida; también destaca la importancia de brindarles apoyo emocional y de salud mental, teniendo en cuenta que las afectadas en la adolescencia se encuentran “en pleno desarrollo psicoemocional”, nos cuenta.

Eso sí, hay que tener en cuenta que “a una chica adolescente que le falte la regla no se le puede diagnosticar de primeras de menopausia precoz”, advierte el Dr. Romero. Antes habría que “descartar causas como las enfermedades genéticas, infecciones y trastornos hormonales de origen central (fallo en el eje hipotálamo – hipófisis)”. Una vez que se descartan estos y otros problemas frecuentes de esta edad habría que contemplarla, señala.

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¿Cómo se detecta la menopausia precoz en una adolescente?

“Lo que nos tiene que poner en sobreaviso es una adolescente que lleve varios años con reglas regulares (todos los meses) y que empiece a tener reglas irregulares, incluso que deje de tenerlas”, apunta el ginecólogo. Una vez que la chica acude a consulta y explica su situación, hay que valorar las posibles causas de esa irregularidad en la menstruación y descartar, como apuntaba antes, muchos procesos endocrinos, metabólicos, genéticos o infecciosos. Ese estudio puede hacer que el diagnóstico sea tardío en muchos casos, dado que a menudo no es fácil dar con los motivos por los que ocurre.

Consecuencias de la menopausia precoz en adolescentes

La insuficiencia ovárica prematura, cuando se da en adolescentes, puede afectarles de diversa manera; en lo que al impacto físico se refiere, “hablamos, por ejemplo, del nivel cardiovascular (hipertensión, infartos,…), tendencia a la obesidad, diabetes, depresión, osteoporosis, demencias de tipo vascular… en definitiva, en todos aquellos órganos que tienen receptores estrogénicos”, explica el facultativo experto en menopausia.

Sin embargo, hay medicación que puede ayudarlas: “el tratamiento con anticonceptivos o preferentemente con terapia hormonal sustitutiva resulta fundamental para retrasar la aparición de estos eventos”. Junto a estos tratamientos, recomienda seguir un estilo de vida saludable (ejercicio físico diario, nutrición equilibrada, no fumar, no beber, mantener un círculo social y familiar sólido) para que no se presenten las enfermedades citadas, aunque no tienen por qué darse tampoco en todas las mujeres.

Otra de las consecuencias de esta menopausia tan prematura es que, si en un futuro desean buscar un embarazo, “tendrán que optar por una técnica de reproducción asistida, habitualmente una ovodonación”, añade el doctor.

Información que deben saber las adolescentes con menopausia precoz

Isabel Farías Meyer, volcada en visibilizar esta realidad tan poco común para ayudar a quienes la padecen, nos indica una serie de aspectos que es fundamental tener en cuenta con estas adolescentes:

  1. Educación en salud hormonal. Es esencial “mostrar con metodología acorde a la etapa escolar, el rol a corto, mediano y largo plazo de, por ejemplo, los estrógenos, progesterona y testosterona, que son el motor de nuestra calidad de vida femenina a modo de complementar la información que se suele transmitir sobre nuestra salud reproductiva relacionada a la preparación del endometrio para un posible embarazo o el cuidado de enfermedades de transmisión sexual”.
  2. Dar a la adolescente herramientas ante determinadas situaciones. Es importante trasmitir conocimiento acerca de la IOP no solo entre las afectadas, sino también entre sus iguales “para evitar que, ante cualquier situación (con amenorrea secundaria o sin ella), la menor no quede vulnerable y tenga ciertas herramientas de acción, ya sea para seguir la conversación o definitivamente para evitarla, pero sin sentirse culpable ni rara”.
  3. Apoyo emocional. Hay que tener en cuenta que, como subraya Meyer, cuando el apoyo llega tarde, es frecuente que exista un aislamiento social y, por consiguiente, miedo a enfrentar el tema. Esto está directamente relacionado con la salud mental y emocional, a la que es preciso prestar atención para asegurarnos de que la adolescente sea constante con los tratamientos. “Por lo tanto, trabajar en un plan integral es la estrategia necesaria con foco en las diferentes etapas de crecimiento que se construye con temáticas como salud reproductiva, salud hormonal y salud menstrual”.