Mujer dando de mamar a su bebé©AdobeStock

Lactancia

Grietas en el pecho: por qué se producen y cómo curarlas

Aunque la lactancia materna es un proceso natural, a veces surgen problemas que pueden complicarla. Es el caso de las grietas, que implican un dolor muy intenso para la madre y que hay que tratar de forma adecuada. ¿De qué manera?

Las mujeres que dan a sus hijos lactancia natural necesitan información y acompañamiento en muchas ocasiones. Es así porque ahora vivimos más en soledad y es probable que no hayan podido observar a otras mujeres lactando o resolviendo los problemas que se presentan. Uno de ellos son las grietas.

Para saber cómo evitarlas y de qué modo resolver la situación hemos preguntado a Virginia Márquez, enfermera pediátrica y consultora de lactancia certificada IBCLC en www.lactanciabarcelona.com.

¿Por qué se producen las grietas?

La principal causa de las grietas es un mal agarre del niño. Así, o la postura en la que se pone al pecho no es la adecuada o no se engancha a él de forma correcta. “Si el agarre es muy superficial, el bebé pone la boca pequeña como si fuera un pez y puede ocasionar grietas”, explica la experta. Por eso, hay que redirigir ese agarre para que sea más profundo. Y eso se logra consultando a una experta en lactancia materna.

Otro factor muy frecuente es la existencia de anquiloglosia, es decir, un frenillo lingual corto que dificulta el amamantamiento. Como hay varios grados, ha de ser también un profesional formado en lactancia quien determine si está afectando o no y los pasos a seguir despúes.

La lactancia materna no debe doler. Si duele, es que hay un problema que resolver. “Cada vez las mujeres están más concienciadas de que no tienen que sufrir dolor y piden asesoramiento antes”, comenta Virginia Márquez.

Remedios para las grietas que no se aconsejan

Cuando hay una grieta en el pecho, la madre sufre un dolor muy intenso cada vez que amamanta; es un dolor que no hay que minusvalorar. De hecho, la especialista prefiere considerarlas ‘heridas’ antes que de grietas. “Hablar de grietas es minimizar el problema. No hay que aguantar ese dolor y hay que saber que esa herida no va a curarse sola. Se debe buscar la causa para acelerar la curación”, comenta.

Tradicionalmente, sobre las grietas de la lactancia se han aplicado algunos remedios que ella no aconseja. Es el caso de la lanolina: “La crema de lanolina podría macerar el pezón, ya que no deja respirar bien la piel y al bebé le cuesta más engancharse”.

Con respecto a la recomendación de aplicarse unas gotas de la propia leche sobre la herida, hay algunas consultoras de lactancia que sí lo aconsejan, mientras que para otras no estaría indicado, por el mismo riesgo que la lanolina: la maceración que podría sufrir la piel con el consiguiente aumento de la probabilidad de infección.

Del mismo modo, a veces se sugiere poner aceite de oliva o de girasol sobre la grieta. “Yo, como enfermera, cuando estoy ante una herida no pongo aceite; si hace falta hidratación sí, pero para curar la herida, no”, aclara.

Madre amamantando a su bebé©AdobeStock

¿Cómo curar las grietas de la lactancia?

Cuando la mujer que amamanta tiene alguna grieta lo más importante es personalizar el tratamiento y resolver la causa que las ha provocado. Dependerá mucho del grado de la herida. “Si es más superficial, se puede dejar el pecho al aire el máximo tiempo posible y aplicar un antiséptico. Es lo que se denomina una cura seca”, apunta Virginia Márquez (@lactanciabarcelona, en Instagram).

Por otro lado están las curas húmedas, en las que se aplicaría una crema y un apósito, cuya función es la de restaurar y hacer crecer el tejido. Las cremas pueden ser antibióticias y la madre no puede automedicarse, “tiene que ser con prescripción de una persona que haya podido valorar la herida”, recalca.

En este segundo caso, en que la madre se aplique crema antibiótica sobre la grieta, deberá lavarse el pecho antes de que el niño mame para que no ingiera el fármaco.

Es importante dar con el remedio adecuado, pues “una herida en el pezón puede ser una vía de entrada; la herida se puede infectar y producirse una mastitis aguda”, alerta.

Grietas en la lactancia y destete

Desde el punto de vista médico, sufrir una grieta durante la lactancia no es indicación para destetar al bebé, ni siquiera aunque evolucionara a una mastitis.

Las grietas pueden sangrar durante el momento del amamantamiento. “No pasa nada porque el niño trague esa sangre; a veces se ven cacas con sangre o regurgitaciones con ella; pero al bebé no le pasa nada”, tranquiliza la consultora.

Sin embargo, algunas mujeres con grietas deciden poner fin a la lactancia en ese momento. Habitualmente se juntan otros factores que hacen que dar el pecho se convierta para ellas en un asunto difícil. Por eso es tan importante buscar ayuda especializada.

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