Mariana Martínez, Dulcenana. Madre con diabetes.©Mariana Martínez

Maternidad

Si eres diabética y madre, así cambia (y se complica) tu rutina diaria

La conocida como ‘Dulcenana’ en Instagram es, en realidad, Mariana Martínez, una madre como otra cualquiera que, además, tiene diabetes tipo 2. La planificación y un menú saludable son sus dos reglas básicas.

En España existen alrededor de 5 millones de personas con diabetes. El 41% de ellas son mujeres que, en muchos casos, deben compaginar (o, al menos, intentar) la diabetes con la maternidad. A los cuidados personales diarios, que son unos cuantos (una alimentación adecuada, el manejo de la insulina o llevar un registro de glucosa en sangre muy exhaustivo) se suma la atención de los niños. Y la vuelta al colegio, por ejemplo, se convierte en todo un reto. Una rutina que, si no se organiza con tiempo y desde el principio, puede generar un estrés que, además, no es nada favorable para la saluda en general y esta enfermedad en particular.

Mariana Martínez, conocida en Instagram como Dulcenana, es una madre con diabetes que se ha convertido en toda una influencer, con miles y miles de seguidores que siguen a diario cómo se organiza. A través de su testimonio, busca ayudar y guiar a otras personas que están en su misma situación y, por eso, hemos querido hablar con ella para que nos cuente cómo lo hace y qué herramientas son imprescindibles para sobrevivir a al tándem madre diabética.

Dulcenana, lo primero, ¿qué sientes cuando te diagnostican una enfermedad como la diabetes tipo 2?

Recuerdo que me quedé pensativa y un poco perdida. Yo sabía manejar la diabetes tipo 1, pero no la de tipo 2. Al igual que también pensé “siempre me pasa a mí”. De aquella consulta salí con una receta médica y con la recomendación de perder peso. Pero también salí sin una revisión y sin los materiales necesarios. Los sentimientos que afloraron entonces fueron, primero miedo, porque, aunque jugaba en un campo conocido, la gestión era distinta. Y luego me sentí confusa y perdida, porque nadie me daba las pautas que necesitaba en cuanto a la alimentación, seguimiento, etc. Me prohibieron todo, con lo que también me sentí un poco rebelde, además de culpable por haber llegado a esta situación, a la vez que introvertida, no quería que nadie en el instituto se enterase de lo que me ocurría.

A partir de entonces, ¿en qué cambia tu día a día?

Cuando una persona recibe el diagnóstico y es diabética de tipo 2 cambia su vida en general, porque se modifica tu alimentación, la forma de cocinar, aprendes a leer etiquetas e incorporas a tu vida el ejercicio físico de acuerdo a las necesidades que tienes. De hecho, aprendes a contar raciones o comienzas con el método del plato cuando te sientas a la mesa. Pero, sobre todo, aprendes de tus errores y a conocer tu cuerpo, cuando tiene hipoglucemia y cuando una hiperglucemia. Además, te tienes que acostumbrar a ver en tu brazo un dispositivo de medición de glucosa constantemente. Ahora bien, tengo que decir que una persona con diabetes puede comer de todo, eso sí, lo que cambia es el orden de las ingestas (primero vegetales, luego las proteínas y, por último, los hidratos de carbono), el tipo de alimentos (grano entero siempre, para que contenga fibra) y la forma de cocinado de los mismos.

Y, cuando te quedas embarazada, además de con la alimentación, ¿en qué se complica?

Antes de quedarme embarazada mi tratamiento era farmacológico, además de llevar una dieta adecuada y realizar ejercicio físico. Pero cuando me enteré de que estaba embarazada tuve que adaptar toda mi alimentación, incorporar insulina lenta y rápida, tener pautas de control para estar en el mayor rango posible y llevar un control exhaustivo de mi bebé.

Además, aumentaron las tiras capilares y llegaron los sistemas flash de monitorización de glucosa, lo que hizo que la forma de gestión de la diabetes cambiase radicalmente. Tuve que aprender a inyectarme y a interpretar las lecturas. Cambian también las pautas de insulina según vas avanzando en el embarazo, pues requiere una mayor dosis, caminas mucho y siempre después de las comidas principales (obligatorias eran cinco comidas al día). Al final, vives con muchos miedos porque el no planificar el embarazo con tu endocrino puede ser perjudicial para la madre y el bebé, ya que aumenta el riesgo de aborto y malformación.

Tú ya eres madre de dos niños, la vuelta al colegio es una época estresante, ¿se nota mucho más en este caso?

La vuelta a la rutina después de las vacaciones es agotadora, tanto si eres madre diabética como si no. En mi caso, es muy necesario porque en vacaciones las personas nos salimos de nuestra rutina, adoptando cambios de horarios en comidas, entradas y salidas, con determinadas ingestas que pueden producir variación en nuestras glucemias y esto hace que nuestro tiempo en rango se desestabilice. Y yo, además, trabajo en un centro escolar, con lo que la carga de trabajo en los primeros meses y el nivel de estrés es mayor, provocando ese aumento de cortisol y haciendo que el nivel glucémico sea más elevado. Las personas con diabetes, cuando trabajamos o estamos ante una situación de estrés o ansiedad (como es, sin duda, la vuelta al colegio), provocamos que nuestros niveles de glucosa en sangre se eleven y se vuelven difíciles de controlar.

¿Cómo consigues entonces organizarte y compaginar tu enfermedad con este día a día en el que se unen niños, colegios y extraescolares?

Con una organización muy controlada, es fundamental. Entre mi marido y yo organizamos tanto nuestras agendas como la de los niños cada semana. Gestionar la diabetes es un reto que me marcaron hace veinte años, es agotador a nivel físico y mental, por lo que influye mucho en todas las decisiones que debemos tomar, en los planes que hacemos, etc. Porque hay que calcularlo todo, desde la menstruación hasta el tiempo de ejercicio. Y aunque, por desgracia, con una diabetes tipo 2 no hay dos días iguales, hay que tratar de controlarlo al máximo. Todo lo gestionas siempre igual, pero el resultado es diferente.

En cuanto a la alimentación, hay que elaborar un menú semanal para que la alimentación sea lo más equilibrada posible, lo que nos viene fenomenal a todos. Los sábados hacemos todos la compra semanal y se cocina utilizando la técnica del batch cooking.

 

En estos casos, la red de apoyo se vuelve indispensable, ¿qué tratas tú de comunicar con tu cuenta de Instagram?

Yo empecé a dar visibilidad en las redes sociales de este problema con un proyecto que se llama Conectando Tipo 2. Con él intentamos visibilizar y concienciar a las personas con diabetes tipo 2 de la patología, de sus complicaciones, de sus necesidades y mostrar los pocos recursos con los que contamos. Intentamos arrancar también ciertos mitos que surgen, como el de “yo no tengo diabetes, tengo un poco de azúcar”.

Esto me permitió participar en muchos eventos, conferencias y ponencias por diferentes lugares de España y, a mí, que me encanta la divulgación, decidí crear mi perfil, dando incluso un salto más y creando mi propio podcast: La voz de Dulcenana. En él conversamos sobre la diabetes en general, aportando testimonios y conversando con profesionales sanitarios como dentistas, nutricionistas y psicólogos, para apoyar a todos los que la sufren, independiente de que sea tipo 1, tipo 2 o del tipo que sea.

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