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Todos, en mayor o menor medida, consumimos productos cosméticos o de higiene personal. Es más, según los datos, los españoles utilizamos a diario entre siete y nueve productos de este tipo, y el 52% del consumo general se basa en este tipo de productos, según la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa). Y su consumo se incrementa incluso en los meses de verano, pues a los de uso habitual, hay que sumar cremas solares, aceites para hidratar el pelo… ¿Has pensado alguna vez en la huella medio ambiental que dejan estos productos? Lo cierto es que muchos son de un solo uso, difíciles de reciclar o contienen ingredientes perjudiciales para el entorno, por lo que sí que hay que valorar seriamente su impacto en el planeta.
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Por eso, los expertos de TerraCycle, compañía especializada en el tratamiento de residuos difíciles de reciclar, propone 5 trucos muy sencillos para hacer las rutinas de belleza más respetuosas con el medio ambiente:
- Saber bien lo que tenemos. No es cuestión de acumular y acumular. Es importante tener claros qué productos tenemos en casa y verificar su fecha de caducidad para evitar tener que tirarlos porque están en mal estado. Por eso hay que ser responsable, tener claro qué se compra y cuándo se compra para evitar desperdiciar dinero y deshechos.
- Reciclar. Tal vez hay productos que no sabías que podías reciclar. De hecho, en España TerraCycle impulsa programas gratuitos de reciclaje para dar una segunda vida a productos tan cotidianos y que usamos tanto como maquinillas de afeitar y productos de higiene bucal. También podemos reciclar cepillos de dientes, tubos de dentífrico, dispensadores de enjuagues bucales y tubos de sérum depositándolos en muchas farmacias españolas que ya se han sumado al programa de reciclaje de TerraCycle y Unilabs.
- Ojo con la crema solar. Son productos especialmente sensibles, pues algunos de los que protegen la piel del sol pueden llegar a ser altamente tóxicos, especialmente para el medio marino. Es importante comprobar los ingredientes de las cremas solares y evitar componentes como la oxibenzona, el octocrileno y el octinoxato. Y si puedes, evita también los aerosoles, que provocan que una gran parte de la crema solar acabe en la arena o alrededores y no en nuestra piel.
- Reducir los embalajes, apostar por el granel y reciclar los envases de los cosméticos. Los envases que se reponen son una excelente alternativa. Ayudan a reducir el uso de envases superfluos. Por eso, podemos comprar con nuestros propios recipientes y apostar por el granel y el refill, medidas fáciles y efectivas para ser más ecofriendly. También es fundamental reciclar o reutilizar los envases de los productos que utilizamos y apostar por marcas que promueven este consumo responsable. Un ejemplo: en colaboración con TerraCycle, L’OCCITANE en Provence ofrece en sus tiendas en España papeleras específicas para recoger envases de belleza y de cosmética como tubos de bálsamo labial, botes de desmaquillante de ojos, envases de aluminio, dispensadores de jabón líquido, limpiadores faciales, lociones corporales o tubos de cremas de manos. De esta forma, todos estos productos se reciclan para promover la economía circular.
- Evitar los productos de un solo uso. El impacto en el entorno de los productos de un solo uso, como discos desmaquillantes, toallitas, bastoncillos, compresas y tampones, es enorme. Cada vez hay más personas que se decantan por los discos reutilizables, el jabón sólido, la copa menstrual o la esponja konjac, entre otros, para contribuir al movimiento zero waste.
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