LA PIEDAD DE MIGUEL ÁNGEL
La historia, la belleza y la grandeza de la Basílica emocionan, pero conviene concentrarse en determinadas piezas con las que los más pequeños aprenderán pequeños detalles que recordarán al volver a casa. Por ejemplo, La Piedad, la gran obra de Miguel Ángel Buonarroti, ubicada muy cerca de la entrada principal. Se sorprenderán al conocer cómo el artista a golpe de cincel fue transformando un trozo de mármol en una escultura llena de expresiones y movimientos o saber que perdió parte de la visión al pintar la Capilla Sixtina por las gotas de pintura que cayeron en sus ojos. Y curioso descubrir cómo pudo Rafael pintar esas maravillas en salones tan altos cuando no había luz, ni calefacción...
La visita a la Ciudad del Vaticano (tickets.museivaticani.va/home) con los niños, conviene iniciarla temprano para disfrutar toda la mañana y, al finalizar, almorzar en uno de los restaurantes del Borgo Vaticano, el barrio adyacente.
Planes en el barrio del Trastevere, la Roma más bohemia