Barcelona vive de cara al mar y sus playas se llenan de gente durante todo el año, pero es en verano cuando lucen su mejor rostro y ofrecen planes irresistibles. El litoral urbano cuenta con una decena de playas, de fácil acceso desde el centro y muy bien equipadas.
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Todo el mundo conoce la playa de La Barceloneta. Es la más cercana al centro urbano y una de las más antiguas de la ciudad. También es la más concurrida, siempre llena de ambiente. Arranca en el Espigón del Gas (nombre que recuerda el pasado del barrio dedicado a la metalurgia y al gas) y llega hasta la playa de Sant Miquel. Con una longitud de 422 metros, es la playa urbana más larga.
La Barceloneta cuenta con un espacio municipal dedicado al ocio, el Espai de Mar, bajo los porches del paseo marítimo. Aquí se pueden contratar clases de deportes acuáticos como surf, paddle surf o voley playa o apuntarte a actividades más relajantes como yoga o tai-chi. Abre todo el año y ofrece alquiler de taquillas y servicio de vestuario y duchas con diferentes tarifas y bonos. Esta playa era el lugar elegido por los barceloneses para ir a tomar el arroz de los domingos. Muchos de los chiringuitos desaparecieron con la renovación del paseo marítimo, a finales del siglo pasado, pero ahora hay buenas arrocerías, como La Barraca.
Uno de los puntos más concurridos del litoral barcelonés es la Plaza del Mar, en la playa de Sant Miquel, un arenal de unos 400 metros, con acceso para personas con movilidad reducida, que se encuentra entre las playas de Sant Sebastià y La Barceloneta y debe su nombre a la cercana iglesia de Sant Miquel del Port. La lista de playas se completa con estas otras:
Playa Sant Sebastià, a los pies de la 'vela'
Es la primera playa del litoral, en el extremo de poniente. Y muy fácil de localizar porque aquí se encuentra uno de los hoteles más lujosos: el W Barcelona, con su original forma de vela. En los bajos del hotel hay distintos restaurantes y la playa, una de las más grandes con casi 700 metros, es de las preferidas de los barceloneses y donde marcan músculo los más deportistas en la zona de máquinas al aire libre. Cuenta con accesos y servicios adaptados, desde las plazas de aparcamiento a las pasarelas que llegan casi al agua. En un tramo se puede practicar el nudismo.
Playa Somorrostro, para ir en familia
Esta playa rememora el barrio de barracas de Somorrostro que ocupó esta zona el siglo pasado. Con una extensión de 522 metros, es una de las preferidas para pasar un día de playa en familia. Llega hasta la Torre Mapfre y el lujoso hotel Arts Barcelona. Justo delante está David y Goliat, obra del escultor Antoni Llena. En este tramo se encuentran algunos restaurantes clásicos, como Ca La Nuri, y discotecas, como Pachá y Opium. No faltan escuelas de vela y surf y justo delante del Hospital del Mar, está el Centro de la Playa con multitud de actividades.
Playa Mar Bella, para urbanitas
Es la playa más cercana al barrio de Poblenou, cuenta con una base náutica e instalaciones deportivas, con una extensión de más de medio kilómetro de arena perfectamente equipado. Dispone de una zona naturista y al otro lado de la playa un divertido parque infantil y la zona donde los más jóvenes juegan al fútbol o al voley playa. Justo al lado de la playa Mar Bella hay un skate park y, en verano, se instala un servicio de biblioplaya. Al otro lado del espigón se abre la playa de la Nova Mar Bella, amplia, muy tranquila, y donde ondea la bandera de ecoplaya.
Playa de Llevant, para llevar a tu perro
La playa más nueva de Barcelona nació en 2006 y es la más alejada del centro, por lo que hay menos aglomeraciones y más tranquilidad. Es también la más pequeña del litoral barcelonés, con sus 375 metros, aunque está totalmente equipada, como el resto de playas. Pero si hay algo que la diferencia es su cartel de petfriendly: es la única de Barcelona que admite mascotas. Durante la temporada alta, del 25 de mayo al 11 de septiembre, se instala un área delimitada para que los bañistas puedan acceder con perros. El horario es de 10.30 a 19.30 h.