© Gonzalo Azumendi Albarracín ¡HOLA! Viajes

Teruel: mil y una sorpresas junto al Tajo

Un trayecto en coche por la sierra de Albarracín desde el pueblo del mismo nombre, uno de los más bellos de España, hasta el nacimiento del Tajo. Veremos las pinturas rupestres que salpican de blanco el rojo Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, dos cascadas espectaculares y un camino de pasarelas que ‘vuela’ sobre el barranco de la Hoz, en Calomarde

Si en la sierra de Albarracín no hubiera nada más que la villa homónima, situada como está en una cerrada curva del río Guadalaviar, con su larguísima muralla y su casa de la Julianeta inclinándose junto al arco del Portal de Molina, este ya sería un magnífico viaje. Pero en la sierra hay mucho más. Lo primero es pasear por ese conjunto maravilloso de arcos, pasadizos, costanillas y casas del color rojizo de la tierra que conforman el pueblo y admirar su muralla, la torre del Andador, las casas que se apiñan en la plazuela de la Comunidad, la catedral, el castillo y la torre de doña Blanca, donde la leyenda dice que pena el alma de una infanta aragonesa que murió encerrada en ella y que en las noches de luna llena baja a darse un baño en el río. Una vez admirado todo ello es momento de recorrer la sierra.

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Albarracín es el pueblo más conocido de Teruel, declarado conjunto histórico. Lo embellecen sus murallas y sus calles empinadas que trepan por el peñón sobre el que se asienta. Con las últimas luces del día gana aún más en encanto.

Partimos de Albarracín por la carretera de Bezas y enseguida nos adentramos en el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, un fabuloso enclave de piedra arenisca roja lleno de barrancos, oquedades, pinos rodenos o resineros y, sobre todo, pinturas rupestres, una de las mayores concentraciones del sur de Europa.

Insólita es la laguna de Bezas, un humedal de cuatro hectáreas, que en primavera y verano tiñe de rojo esa planta acuática llamada espiga de agua y donde pueden verse ánades reales, zampullines chicos, fochas comunes, pollas de agua, garzas reales, e incluso alguna que otra cigüeña negra y focha cornuda.

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El casco antiguo de Albarracín es un conjunto maravilloso de arcos, pasadizos y casas de color rojizo que se van descubriendo en un paseo por él. Arriba, formaciones rocosas en el barranco del Cabrerizo, en los Pinares de Rodeno.

El road trip serrano gira a poniente y, pasando por Valdecuenca, Toril y Masegoso, nos lleva hasta la cascada del Molino de San Pedro. Hay que prestar atención cuando la carretera cruza el río Cabriel. Trescientos metros más allá del puente, se toma un desvío señalizado y enseguida aparece la cascada, con su enorme poza labrada por las aguas en la roca caliza, junto a los restos del antiguo molino. El salto mide unos ocho metros y permite colarse por detrás de la cortina de agua sin mojarse para contemplar, desde otro ángulo, la charca verde esmeralda.

Vista la cascada, volvemos a Masegoso y Toril para continuar ahora por Terriente y Royuela rumbo a Calomarde. Dos kilómetros antes de llegar a esta, veremos señalizada la cascada del Molino Viejo o Batida, de diez metros de altura, desnivel que era aprovechado antaño para proporcionar energía motriz a un molino. Para verla no hace falta casi andar. Sí hay que hacerlo, en cambio, para recorrer desde Calomarde la ruta del barranco de la Hoz, una senda espectacular que cuenta con pasarelas metálicas para poder caminar donde solo hay roca vertical y agua helada y avanza unos metros por encima del río Blanco, afluente del Guadalaviar. Es como ir volando por el cañón, igual que lo hacen a más altura los buitres leonados. Y no tiene ningún peligro.

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La cascada de Calomarde también recibe el nombre del Molino Viejo o Batida, pues sus aguas del río Blanco o de la Fuente del Berro, afluente del Guadalaviar, rebosan con tanta fuerza al golpearse contra la roca que parece clara de huevo batida a punto de nieve.

En Frías de Albarracín, el último pueblo de la ruta, nace el río más largo de España: el Tajo. En el paraje de Fuente García, el punto exacto, un monumento lo celebra. El río aquí es poca cosa, pero a su vera hay pinares, praderas, mesas y bancos para comer de pícnic y luego echarse una siesta y soñar con el largo viaje que le queda hasta Lisboa, ¡más de mil kilómetros!

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No dejes de...

Admirar los Toros del Prado del Navazo. A cuatro kilómetros de Albarracín encontraremos un aparcamiento con paneles informativos y sendas señalizadas que llevan, sin alejarse mucho del coche, hasta pinturas rupestres tan excepcionales como la más bella del Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno. Una manada de grandes astados blancos acechados por varios arqueros diminutos. Se ven pocos toros blancos en el mundo real, pero aquí usaban siempre pintura de ese color, algo insólito en el arte rupestre levantino. En la imagen, el abrigo La Cocinilla del Obispo.

Guía práctica

Guía práctica

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Cómo llegar

Albarracín, a 138 kilómetros de Teruel, es el punto de partida de esta ruta en coche de 105 kilómetros que enlaza el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, la laguna de Bezas, la cascada del Molino de San Pedro, Calomarde y el nacimiento del Tajo.

Qué ver

ALBARRACÍN. Para visitar el castillo, la catedral, la muralla, la plaza Mayor, las casas-palacio, la casa de la Julianeta, el Museo de Juguetes (museodejuguetes.com) y el centro Mar Nummus, perteneciente al Territorio Dinópolis (dinopolis.com). Merece la pena hacer uno de los paseos guiados de El Andador (elandadoralbarracin.es). PAISAJE PROTEGIDO DE LOS PINARES DE RODENO. Se extiende por los términos de Albarracín, Bezas y Gea. La carretera que va de Albarracín a Bezas cuenta con varios miradores. En el kilómetro 4 se encuentra el área recreativa del Navazo, donde arrancan varios senderos señalizados que conducen a las pinturas rupestres más representativas. LAGUNA DE BEZAS. A 20 kilómetros de Albarracín y a cuatro de Bezas, se halla este humedal, el mayor de la sierra. CASCADA DEL MOLINO DE SAN PEDRO. El acceso a este llamativo salto de agua está señalizado yendo de Masegoso a El Vallecillo, 300 metros después de cruzar el río Cabriel. La enorme poza que hay al pie de la cascada invita al baño en verano. CALOMARDE. A dos kilómetros de la población, viniendo de Royuela. Río arriba, en Calomarde, nace el sendero del barranco de la Hoz, con pasarelas metálicas colgantes (dos horas ida y vuelta). NACIMIENTO DEL TAJO. Desde Calomarde hasta Frías de Albarracín hay seis kilómetros y otros once hasta el paraje de Fuente García.

Dónde dormir

CASA DE SANTIAGO (Albarracín, casadesantiago.es). Antigua casona con buenas vistas y excelente cocina tradicional. CASONA DEL AJIMEZ (Albarracín, casonadelajimez.com). Hotelito temático con seis habitaciones de aire cristiano, árabe o judío. Y con jardín, al pie del castillo. POSADA DEL ADARVE (Albarracín, posadadeladarve.com). Pequeño hotel adosado a la muralla, frente a la casa de la Julianeta. ABUELO RULLO (Terriente, hotelruralabuelorullo.es). Hotel rural y restaurante en el camino de la cascada del Molino de San Pedro a Calomarde.

Dónde comer

EL SERÓN (Albarracín, tel. 978 71 00 98). Cantidad, calidad, trato, precio. Todo fabuloso. LA TABA (Albarracín, latabaalbarracin.com). Un bar diferente, con toque vintage, y tapas sorprendentes. MESON DEL ALTO TAJO (Frías de Albarracín, tel. 978 70 45 14). Ricas carnes a la brasa.

Más información

TURISMO DE ALBARRACÍN, albarracinturismo.com TURISMO DE TERUEL, teruelversionoriginal.es/turismo/


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