Más saludable, más sostenible: estos táperes y tarteras para el almuerzo de los niños son la mejor inversión de la vuelta al cole

Algo que tienes que tener claro antes de comprar uno y u otro táper para la vuelta al colegio, es el tipo de comida que vas a querer que lleven. Si no lo tienes claro, te recomiendo que te hagas con uno como este de Nerthus. 

Es un modelo clásico y amplio, de gran capacidad y sin compartimentos que admite todo tipo de almuerzos. Podrás incluir desde un bocadillo hasta una pieza de fruta sin cortar.

Sus dimensiones son de 6,5 x 14 x 18,5 centímetros, con un diseño espacial muy bonito y fabricado en plástico de grado alimenticio libre de BPA. Es resistente a los golpes y se abre y cierra fácilmente. Ahora bien, no es válido para comidas líquidas.

Si más o menos sabes cómo serán las meriendas y snacks de esta vuelta al cole, pero vas a ir variando, quizás la mejor opción es buscar la versatilidad de una bento box, pero con un diseño divertido e infantil, como esta de Mepal.

Es una fiambrera que se puede utilizar de muchas formas, pues contiene un compartimento extraíble, dependiendo de lo que necesites cada día.

Es fácil de abrir y cerrar con un clip, incluye u pequeño tenedor de plástico y se puede meter en el lavavajillas. Tiene una capacidad de 750 mililitros, muy amplia, ha sido fabricada en plástico de alta calidad libre de BPA.

Un almuerzo de media mañana muy recurrente para mis hijos suele ser la de mezclar fruta troceada con yogur natural. Incluso, suelen elegirlo para merendar. Y, para este tipo de comidas, lo mejor es un pequeño táper como este de Sistema To Go.

Es un recipiente bastante profundo que puede albergar, en su parte inferior, el yogur y, en la parte superior, los toppings, como la fruta.

Tiene un clip de cierre sencillo pero hermético, gracias a sus juntas flexibles. Lo que, además, te permite mantener los alimentos más frescos. 

Su diseño es modular, par que se puedan apilar en el frigorífico y es apto para el congelador, el microondas y el lavavajillas. Ha sido fabricado en plástico duradero sin ftalatos ni BPA.

Otra de las cosas que nos gusta mucho en casa es utilizar este tipo de sobres para los sándwiches o el pan, evitando utilizar demasiado papel de aluminio.

Hay muchas opciones en el mercado, pero el que nosotros utilizamos es de la marca Roll'eat. Sus dimensiones son de 18 x 18 centímetros. Su exterior es de poliéster y la parte interior de TPU, resistente a los líquidos (por si pones alguna salsa en el interior de tu sándwich), y antimanchas.

Lo mejor es que es reutilizable, con lo que cuidamos el medio ambiente un poco más. Incluye un sistema de cierre con velcro, fácil de abrir y cerrar. Se puede lavar a máquina, aunque es preferible limpiarlo a diario con un paño húmedo.

En realidad, este modelo es idéntico al que hemos seleccionado de la marca Mepal un poco más arriba. La única diferencia es que, con los superhéroes como protagonistas, conquistará a los niños.

Como el modelo anterior, es muy versátil, además de fácil de abrir y cerrar con un clip. Incluye u pequeño tenedor de plástico y se puede meter en el lavavajillas. Tiene una capacidad de 750 mililitros, muy amplia, ha sido fabricada en plástico de alta calidad libre de BPA.

Tienes diferentes modelos, con personajes de Star Wars o Cars y puedes modificar su tamaño, así como acompañarlo de una botella de agua a juego.

Este modelo de táper de NERTHUS, en realidad, son tres en uno, porque son apilables y puedes utilizar uno, dos o o tres, los que necesites. Ahora bien, son de tamaño reducido y diseño en cuadrado.

Con un precioso dibujo de dinosaurios, que suele captar la atención de los más pequeños, estos tres contenedores están fabricados sin BPA y, cada uno de ellos, tiene su propio tamaño y su propio dibujo, para que sean fácilmente identificables.

Además, cuenta con un sellado hermético para prevenir las posibles fugas dentro de la mochila.

Esta tartera para el almuerzo de Stor con Bluey como protagonista, otro de los personajes más de moda entre los niños, tiene una gran ventaja: su división en tres compartimentos desde el exterior. Así, sin necesidad de abrir la tartera por completo, se puede elegir qué comer, manteniendo el resto a salvo.

Está fabricada en plástico sin BPA, se puede lavar en el lavavajillas y cuenta con un compartimento que acapara la mitad de su capacidad total y otros dos más pequeños justo al lado. Se cierra y se abre con un fácil clic.

En este caso, además de la propia tartera en sí, he seleccionado un conjunto de táper y botella a juego, porque, en la gran mayoría de los colegios también tienen que llevar su propia agua. De esta manera, no se perderá, porque sabrá identificarla.

Es un modelo diseñado por Lässig con un mensaje muy positivo: Smile. Aunque hay otros diseños. Sus dimensiones son de 17,5 x 13 x 7,5 centímetros y cuenta con una separación superior para pequeños aperitivos y una zona más amplia en la parte inferior. Al abrirla, puedes retirar la bandeja y tener así todo a la vista.

La botella, por su parte, tiene cierre de seguridad para evitar fugas y está fabricada libre de BPA, como en el caso de la tartera. Ambas cosas cuenta con un cierre con clic fácil de manipular.

Por último, una fiambrera infantil diferente, ya que es bastante plana y su formato es casi cuadrado. Es el modelo de schmatzfatz easy que me parece perfecta si los snacks de tus hijos no son muy grandes.

Y es muy versátil, porque se puede utilizar sin compartimentos o con ellos, pudiendo variar de cuatro a seis. Además, las juntas de la tapa impiden que se derrame comida húmeda y que se mezcle el contenido de los compartimentos individuales. Así que, se pueden meter alimentos muy variados.

Su sistema de apertura es muy duradero y fácil de manipular por los niños. Algo que agradecerás, porque, en otros modelos, estos acaban rompiéndose. Está fabricada sin BPA y sus dimensiones son de 18 x 15 x 5 centímetros.