De los "misterios" que rondan en torno a Marius Borg y el proceso judicial que ya se conoce en Noruega como el "juicio del siglo", por el impacto mediático que está teniendo y la gravedad de los hechos, hay una cuestión recurrente en medios del país y gira en torno a quién está manteniendo al hijo de Mette-Marit de Noruega y quién se encarga de las costas judiciales. Sobre todo, después de que el noruego Se og Hør, publicara que el patrimonio del joven de 28 años en el 2024 era de 11.000 euros. Ahora, desvelan parte del misterio: se descubre quién le ha ayudado con parte de un proceso legal que no ha hecho más que empezar.
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En poco más de dos meses, Marius Borg Høiby comparecerá ante el Tribunal de Distrito de Oslo, acusado de más de 30 delitos graves, incluidas cuatro violaciones, violencia y amenazas. Tal y como ha trascendido de la investigación policial, al parecer buena parte de los hechos que se juzgarán a partir del 3 de febrero tuvieron lugar en su casa de Skaugum y esto resulta polémico, ya que esa es una residencia real, con las peculiaridades de seguridad que encierra, y la finca que el rey Olaf compró para el que fuera heredero de la corona noruega, en este caso su único nieto varón, el futuro rey Haakon.
Así que cuando esa información trascendió y se vieron coches de policía e investigadores entrar en terrenos reales para recabar pruebas, la Casa Real noruega deslizó que Marius, al que se le había cedido una casa en esa finca, no seguiría viviendo allí, una forma de dar a entender que los privilegios para él se habían acabado. Hasta ahora, su nueva residencia era un misterio, pero Se og Hør acaba de revelar que el joven de 28 años se mudó a un complejo de lujo en el extremo oeste de Frogner, en la zona más cara de Oslo, donde está el barrio de las embajadas y donde tuvo lugar esa primera agresión de agosto del 2024 que hizo que se destapara todo.
La pregunta entonces era evidente: ¿quién está costeando el nivel de vida de Marius Borg? Esa es una información que la Casa Real noruega no tiene que proporcionar, puesto que como muchos príncipes, Haakon tiene lo que se conoce como un "bolsillo privado", es decir, ingresos, patrimonio y otros negocios del que no tiene por qué informar. Sin embargo, en las últimas horas se ha conocido el nombre de la persona que le está echando un cable, al menos en uno de los procesos judiciales.
Según Se og Hør, Marit Tjessem, la madre de Mette-Marit y abuela de Marius, habría cedido la mitad de su patrimonio para pagar los honorarios legales de su nieto. El citado medio asegura que el patrimonio de la mujer de 88 años era de 230.000 euros, con unos ingresos anuales de unos 35.000 euros al año y que habría desembolsado los 116.000 euros en costas judiciales por la demanda que Marius Borg y sus abogados interpusieron para frenar el libro titulado Hvite striper, sorte får (que significa Rayas blancas, ovejas negras) y en el que se explora el ambiente criminal en que se movía el hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega. El tribunal concluyó que el libro es de interés público, primó la libertad de expresión y permitió que el libro de la editorial Aschehoug siguiera en el mercado. Así que Marius tuvo que pagar a la editorial, a la Asociación de Editores de Noruega y también los honorarios legales, fue entonces cuando su abuela materna corrió al rescate.
En cualquier caso, lo desembolsado por su abuela representa apenas una fracción de lo que se avecina: el juicio que comenzará el próximo 3 de febrero en Oslo implicará múltiples procesos, con honorarios legales mucho más elevados y la posibilidad de indemnizaciones millonarias si las acusaciones prosperan. La Casa Real noruega ya ha dejado entrever que no asumirá directamente esos gastos, lo que abre un nuevo interrogante sobre cómo Marius Borg podrá afrontar el enorme coste económico que traerá consigo el juicio y abre el debate en torno a los privilegios de un joven que vivió como un príncipe sin llegar a serlo.