Cuando Marius Borg fue detenido el pasado 4 de agosto después de agredir a su entonces novia, nadie imaginaba que esa situación derivaría en una de las mayores crisis de la historia de la monarquía noruega. Lo que parecía una conducta problemática aislada se ha convertido en una secuencia de presuntos delitos que podrían tener importantes repercusiones para el hijo de la princesa Mette-Marit. En estos diez meses se ha llevado a cabo una exhaustiva investigación que ha llegado a su fin. La policía ha dado todos los detalles y también ha avanzado los próximos movimientos durante una rueda de prensa celebrada en Oslo. Tras la conferencia, la Familia Real se ha pronunciado mediante un comunicado que reproducimos a continuación.
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"El caso está siguiendo el sistema legal y los procedimientos normales. No tenemos nada que añadir", han dicho en un breve texto enviado por Sara Svanemyr, jefa de prensa de la Corona, reforzando así la postura de mantenerse al margen. Tan solo el príncipe Haakon, heredero al trono, ha hablado de este escándalo abiertamente en el último año: "Creo que Marius se enfrenta a graves cargos y que la responsabilidad recae en el sistema judicial. Hay que permitir que la policía y el sistema judicial se encarguen de esto. Confío en que harán un buen trabajo". Cabe recordar que Marius Borg no forma parte de la Familia Real a nivel institucional ni tampoco tiene funciones, pero emocionalmente sí está unido a los miembros de la realeza al ser el hermano mayor de la princesa Ingrid, que está llamada a ser reina.
Ningún miembro de la Casa Real ha sido llamado a declarar a lo largo del proceso, a pesar de que el abogado defensor de una de las víctimas pidió que Mette-Marit de Noruega fuese interrogada, solicitud que quedó desestimada al considerar que no existía tal necesidad. Además, la Ley de Enjuiciamiento Criminal concede a la Fiscalía discreción a la hora de valorar qué declaraciones de testigos se deben tomar. Los agentes han explicado en la citada conferencia de prensa, en la que ha habido turno de preguntas, que esta decisión se debe a que las palabras de la familia podían contribuir "en muy pequeña medida" a la investigación.
La primera etapa del caso Marius ha finalizado. Está acusado de un total de 23 delitos: tres casos de violación, dos de conducta sexual ofensiva, otro de abuso en relaciones cercanas, dos de lesiones corporales, uno de daños, otro de amenazas, cinco de incumplimiento de órdenes de restricción, cinco infracciones de tráfico y un caso de acoso a la policía. El abogado defensor, Petar Sekulic, ha explicado que Borg no se declara culpable de los cargos más graves y que niega rotundamente los cargos de violación. "Se lo toma muy en serio. Ha cooperado muy bien con la policía y ha sido entrevistado en varios casos", ha explicado, añadiendo que ha sido interrogado 14 veces desde mayo.
Según ha contado el abogado de la policía, Andreas Kruszewski, se ha hecho una investigación exhaustiva en la que han obtenido un "extenso material digital" en el que están incluidos interrogatorios a testigos, al propio acusado, búsquedas, material encontrado en su teléfono móvil y en las inspecciones de su hogar... Con toda la documentación posible recopilada, ahora la policía le ha cedido el testigo al Fiscal del Estado de Oslo, que tiene un plazo de 30 días para decidir si presenta cargos contra Marius Borg.