La obsesión astrológica de Grace Kelly: así fue el 'Baile de los Escorpio', la enigmática fiesta con la que celebró su 40 cumpleaños


La princesa era escorpio y en un guiño a su signo del Zodiaco organizó un baile para la historia


Grace Kelly en el set de la película Cazar a un ladrón© Bettmann Archive,Getty Images
15 de noviembre de 2025 - 15:09 CET

Grace Kelly sigue fascinando al mundo, aun cuando han pasado más de cuatro décadas de su muerte en aquel fatal accidente que conmocionó al mundo. La actriz que primero conquistó Hollywood y después el corazón de los monegascos como princesa hubiese celebrado este miércoles su 96 cumpleaños, pero hubo uno -el de sus 40- que pasará a la historia.

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Porque Grace quiso entrar en aquella nueva década organizando una elegante fiesta que no era como las demás. Un ‘baile de los escorpiones’, en un original guiño a su signo del Zodiaco -Escorpio-.

Confesaría Rainiero, muchos años después, devastado tras su pérdida, que seguía “hechizado por el recuerdo de su esposa”; y puede que aquel ‘hechizo’, más allá de su amor, también tuviese algo que ver con su pasional y magnética personalidad escorpiana.

© Bettmann Archive/ Getty Images
Grace Kelly en el 'Baile de los escorpiones', la fiesta que organizó por su 40 cumpleaños
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Los príncipes Rainiero y Grace de Mónaco

Una pasión 'secreta'

Para organizar su enigmática fiesta de cumpleaños, Grace confió en Carroll Righter, conocido como el ‘astrólogo de las estrellas’. Entre sus clientes, estaban desde la actriz Joan Fontaine hasta la primera dama de los Estados Unidos Nancy Reagan; y, si bien es cierto que la suya no es una amistad muy documentada, se conocían desde que los inicios de Grace en la meca del cine -de hecho, existe una fotografía de ambos en el set de rodaje de la película El cisne, en 1956-.

La pasión -secreta- de la princesa por la astrología quedó al descubierto para siempre con esta fiesta, que ideó para un exclusivo grupo de invitados -poco más de 70- con los que, en su mayoría, compartía horóscopo, como los actores Richard Burton y Rock Hudson, o la actriz Virna Lisi.

Incluso los retratos que colgaban de las paredes del salón de baile del hotel Hermitage de Montecarlo, testigos de la cita, reflejaban a históricas figuras escorpianas, como la reina María Antonieta

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El 'astrólogo de las estrellas' Carroll Righter con la actriz Susanna Foster, en los años cuarenta
© Bettmann Archive/ Getty Images
La actriz y bailarina Josephine Baker, que, aunque no era escorpio como la princesa, estaba entre las invitadas

La estrella de Elizabeth Taylor

Los acompañantes de los convidados -entre los que también estaba el torero Victoriano Valencia, padre de Paloma Cuevas, amigo de la protagonista- habían nacido, por el contrario, bajo otro signo -el príncipe Rainiero, sin ir más lejos, era géminis-; y el dress code marcaba blanco o rojo, los colores del Principado.

La princesa eligió para su gran noche un sofisticado vestido de Balenciaga, negro, y, aunque icono de la eterna elegancia, algunas crónicas aseguran que en esta ocasión, su estilismo quedó en parte ‘eclipsado’ por el de otra estrella, Elizabeth Taylor.

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Elizabeth Taylor en la fiesta, a la que acudió con el comentado diamante en forma de pera que le había regalado su entonces marido, Richard Burton
© AFP via Getty Images
Sobre estas líneas, la capa de terciopelo negra, de Dior, con la que la estrella sorprendió en la cita y que llevaba un escorpión bordado

La estrella de la mirada violeta acompañaba a su entonces marido, Richard Burton, y pese a que no era escorpio -era piscis-, aquello no supuso ningún impedimento para que se enfundase en una espectacular capa, de la firma Dior, con un gran y brillante escorpión bordado en el pecho.

Días antes de aterrizar en Mónaco, la artista ya había causado una gran expectación, no sólo por su presencia, sino por los accesorios que podría llevar. Se rumoreaba que luciría el famoso diamante en forma de pera que Richard le había regalado después de conseguirlo en una reñida subasta en la que también participó el magnate Aristóteles Onassis, uno de los hombres más ricos del mundo, quien la ansiaba para su mujer, Jackie Kennedy

© Bettmann Archive
Elizabeth Taylor con su marido, Richard Burton, que llevaba una cadena de oro que la actriz le había regalado

Sin embargo, finalmente, fue el actor quien logró hacerse con la preciada pieza de 69 quilates -por la que pagó más de 400.000 euros, y otros 39000 euros más por la creación de un collar clásico para lucirla, también en forma de pera-; y Elizabeth no defraudó.

En efecto, deslumbró con la joya, que había llegado al Principado, jugando al despiste. Tres hombres, cada uno con su maletín, viajaron desde Nueva York para trasladar el diamante a Mónaco, donde estaba atracado el Kalizma, el yate del matrimonio. Sólo uno de ellos la custodiaba en esa valija en la que Taylor pidió guardar, además, tres pares de medias de nylon que le había pedido a Cartier. Un ingenioso truco para confundir y disuadir a todos los ladrones que se planteasen robar la pieza. 

Un gigantesco pastel... que no entraba por la puerta

Tras el desfile de estrellas, Grace guardaba una sorpresa para sus invitados: un pastel gigante, hecho con 700 huevos y decorado con centenares de pequeños escorpiones de caramelo.

Con lo que no contaba su repostero era que, dado su tamaño, no podía pasar siquiera por la puerta del salón, así que “con lágrimas en los ojos”, tuvo que contemplar cómo su obra maestra era partida por la mitad. 

© ARCHIVO ¡HOLA!
Una imagen de nuestro archivo, en la que se ve a los Príncipes de Mónaco durante la fiesta

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.