Todo está listo en Luxemburgo para un día que formará parte de la historia. Este 3 de octubre, el Gran Duque Enrique abdica después de 25 años de compromiso en los que ha contado con el apoyo incondicional de su mujer, la Gran Duquesa María Teresa. Comienza una nueva era para el matrimonio, que espera tener tiempo para disfrutar de esos pequeños placeres cotidianos que hasta ahora habían aparcado a un segundo plano, como viajar o estar con sus nietos sin pensar en nada más. El testigo lo coge su hijo mayor, el príncipe Guillermo, que mira al futuro emocionado y convencido de que formará el mejor equipo con su gran amor, la princesa Stéphanie. Aunque quedan horas para que el cambio sea oficial, desde la Casa Gran Ducal ya han compartido los retratos oficiales de los nuevos Grandes Duques. Dos imágenes llenas de simbolismo que analizamos con David Rato, especialista en joyas de realeza europea y creador de la cuenta Spanish Jewels.
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Las obras se incorporarán a las colecciones oficiales del Palacio Gran Ducal y uno de los retratos de Guillermo de Luxemburgo será destinado a la Cámara de Diputados, donde ocupará un lugar destacado en la sala plenaria. El público podrá admirarlos a partir de enero de 2026 en el Museo Nacional de Arqueología, Historia y Arte (MNAHA). El artista británico Louise Pragnell ha sido el encargado de retratar a Stéphanie de Luxemburgo, madre de los príncipes Charles y François, que pasan a ocupar el puesto de heredero y segundo en la línea sucesoria al trono. Las joyas que luce la que en unas horas será Gran Duquesa esconden una fascinante historia.
"Stephanie lleva por primera vez la diadema Belga. Realizada por Coosemans en 1953, fue un regalo de boda de la Société Générale (banco) a la entonces princesa Josefina Carlota de Bélgica (madre de Enrique de Luxemburgo). En los últimos 10 a 15 años, la diadema ha estado prácticamente monopolizada por la Gran Duquesa María Teresa, quien la ha llevado en exclusiva y nunca la ha compartido con nadie más", indica David Rato, quien comparte un curioso detalle: la tiara estuvo a punto de salir del joyero real.
"Es gracioso pensar que fue en su momento una de las piezas propuestas para la subasta de joyas de la Gran Duquesa Josefina. Al final, la venta fue cancelada porque la población del Gran Ducado estaba muy preocupada y enfadada. Desde entonces, se ha convertido en la diadema predilecta de María Teresa", destaca. Entre las ocasiones que la ha lucido se encuentra uno de los días más importantes de su vida, el de su boda con Enrique de Luxemburgo, celebrada el 14 de febrero de 1981, la fecha de su boda.
Conocida también como la tiara del Congo, se trata una impresionante pieza de 854 diamantes que Stéphanie luce con otras joyas muy importantes: "un par de pendientes y una pulsera de diamantes y aguamarinas en estilo art déco, pertenecientes a un aderezo adquirido por la Gran Duquesa Josefina Carlota". "La pulsera, de diseño versátil, puede transformarse en una pequeña diadema. También luce un broche en forma de lazo en diamantes. Igualmente, perteneció a Josefina Carlota", señala el citado experto.
Cronología de los actos de abdicación
La ceremonia de abdicación tendrá lugar en el Palacio Gran Ducal a las 10:00 horas, seguida por el juramento de Guillermo de Luxemburgo como nuevo Gran Duque en la Cámara de Diputados. Al mediodía, la familia Gran Ducal saludará desde el balcón del palacio, y más tarde habrá un encuentro de los Grandes Duques con los ciudadanos en la plaza Guillermo II de la ciudad y la posterior recepción con autoridades. El broche de oro a esta inolvidable jornada se producirá por la tarde noche, donde habrá una cena de gala en el Palacio Gran Ducal, la primera como nuevo jefe del Estado de Guillermo de Luxemburgo.