Spoiler: no hay romance real a la vista. En las últimas horas, todas las miradas se han puesto en Elisabeth de los belgas y Jorge de Liechtenstein a raíz de una foto en la que aparecían juntos, con looks coordinados y en actitud cómplice junto al mar. Una imagen que en escasos segundos daba la vuelta al mundo. Muchos se aventuraban a hablar de romance entre dos miembros de la nueva generación de la realeza europea, pero la Casa Real de Liechtenstein ha puesto fin a los rumores. Mediante un comunicado han aclarado que se trata de una instantánea falsa, creada con inteligencia artificial. Al margen de este desmentido, la curiosidad ha crecido en torno a la figura del joven príncipe. ¿Quién es el hasta ahora desconocido heredero al trono del microestado?
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Nacido el 20 de abril de 1999, Jorge de Liechtenstein es nieto de la princesa María y de Hans-Adam II, príncipe reinante y número uno de las fortunas reales de Europa. Ocupa el tercer puesto en la línea sucesoria al ser hijo del príncipe Alois y la duquesa Sofía de Baviera. El heredero al trono es su padre, quien ejerce como regente desde 2004 y se encarga de las tareas de Gobierno y de dirigir la Casa Real, después de que los ciudadanos renovaran su confianza en la Familia mediante un referéndum que tuvo lugar en 2003. Le sigue su hermano mayor, Johann-Wenzel de Liechtenstein. Su hermana, la princesa María Carolina, no está por delante a pesar de ser mayor que él, ya que se rigen por la ley sálica. En cuarta posición se encuentra el pequeño de la familia, el príncipe Nicolás.
La vida del príncipe Jorge se ha desarrollado en buena parte lejos de Liechtenstein, donde la familia vive en el imponente castillo medieval de Vaduz, con 130 habitaciones. Inicialmente se trasladó a Reino Unido para hacer Bachillerato Internacional en uno de los centros más prestigiosos, Malvern School. Desde allí se fue a Suiza para estudiar en la University of St.Gallen, especializada en negocios y considerada una de las mejores de Europa. También pasó por Le Wagon, líder en formación inmersiva en tecnología e IA y por ESCP Business School, escuela de negocios con presencia internacional. Mientras era estudiante, hizo algunos programas de voluntariado.
En 2018 se incorporó al mundo laboral primero en Londres y luego en Alemania, donde puso en marcha su propio negocio, que tiene como objetivo construir y ejecutar estrategias de carbono claras que generen un impacto climático real. Como indica en su perfil profesional, desde hace casi dos años está en Nueva York trabajando para Guidewheel, empresa dedicada al desarrollo de software. Lleva una vida anónima, sin hacer uso de su título real y siguiendo la estela de la discreción absoluta que marca a los miembros de la Casa Liechtenstein, una familia real desconocida, misteriosa y con un enorme poder. No en vano, su patrimonio está valorado en 10.200 millones de euros.
Las apariciones públicas del Príncipe son escasas y se limitan a actos íntimos que no se anuncian a bombo y platillo. La discreción es la máxima de una Familia Real en la que no rinden cuentas. La Constitución de Liechtenstein otorga al Príncipe poderes ejecutivos, legislativos y judiciales casi absolutos. Es el soberano de Europa con más competencias: puede vetar o promulgar leyes, nombrar a los jueces, nombrar o destituir al Gobierno y hasta disolver el Parlamento si fuese necesario. Eso sí, los ciudadanos pueden solicitar una moción de censura al Príncipe.
Mucho más conocida es Elisabeth de los belgas, que ha reaparecido con su madre tras el revuelo que ha generado su foto con IA. El viernes se ha confirmado su asistencia a la abdicación de Enrique de Luxemburgo y el ascenso al trono de su hijo mayor, el príncipe Guillermo. Estar en este importante acto que congregará a buena parte de la realeza europea supone un paso más como heredera y refuerza su presencia internacional. Además, supone su regreso a la vida pública tras su marcha a Estados Unidos, donde se encuentra haciendo un máster en Políticas Públicas en la Harvard Kennedy School.