El Castillo de Windsor ha vivido una de sus citas más importantes: el banquete de Estado en honor del presidente de la República Federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y la primera dama, Elka Büdenbender. Ha sido la última cena de gala del año, una cita de máxima relevancia institucional con la que han puesto el broche de oro a un 2025 tan intenso como polémico. La expectación era máxima por muchas razones, entre ellas ver a Kate Middleton brillando de nuevo con tiara, una imagen que no se producía desde hace tres meses y que demuestra nuevamente que es una pieza clave en el presente, pero sobre todo en el futuro de la monarquía. Al margen del desfile de looks de alto impacto y joyas históricas, hay otros detalles llamativos de la velada que han pasado desapercibidos y detallamos a continuación.
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El guiño de Kate Middleton a Alemania
La princesa de Gales ha deslumbrado con un vestido azul, con capa y lleno de brillos firmado por Jenny Packham, una de sus diseñadoras favoritas. Del joyero real ha sacado una pieza apenas vista: la tiara Indian Circlet o tiara de rubíes indios, que Isabel II usó en público solo una vez en su largo reinado, pero que era una de las favoritas de la Reina Madre. Su elección no es casual, sino que esconde un guiño al país al que reciben porque la diseñó el príncipe Alberto, nacido en Alemania, para su gran amor, la reina Victoria.
El diseño nace de la inspiración que cogió el príncipe Alberto en la Gran Exposición, la primera Exposición Universal que se celebró en Londres en 1851. La tiara fue realizada por la joyería londinense Garrard & Co. en 1853 y su diseño está basado en arcos mongoles que rodean flores de loto. Lo más llamativo es que la pieza original no tenía rubíes, estaba realizada con oro, ópalos y 2.600 diamantes. Fue su nuera, la reina Alejandra, quien creyendo que los ópalos traían mala suerte, pidió reemplazarlo. Se colocaron entonces rubíes de un collar regalado a la reina Victoria por el gobernante de Nepal en 1873. Así mismo se redujo el tamaño de la tiara que pasó de 17 a los 11 arcos que tiene en la actualidad.
La primera cena de gala con árbol de Navidad
La cena se ha desarrollado en St George's Hall, una de las estancias más impresionantes de la fortaleza. Esta zona, que fue reconstruida tras el incendio de 1992 y está abierta al público durante las visitas que se hacen al castillo. Cuenta con un techo adornado con los escudos de armas de todos los Caballeros de la Jarretera desde su fundación en 1348 y tiene una figura acorazada a caballo. Por primera vez en un acto de estas características, el salón está adornado con un árbol de Navidad. Se trata de un abeto de más de 20 metros con adornos dorados y 15.000 luces de colores que llena de magia la estancia y también el resto del castillo, que ya está preparado para las fiestas.
Los detalles del menú
Para la velada, en la que cada elemento estaba cuidado al detalle, se ha dispuesto una larga mesa de 45 metros con 158 velas y flores en tonos rojizos recogidas en los propios terrenos de Windsor. La decoración navideña ha obligado a hacer un cambio respecto a otros banquetes de Estado, y es que se han colocado 152 servicios en vez de 160 para dejar hueco a los elementos festivos. Había un total de 152 cucharas, 329 cuchillos, 320 cucharas y 760 vasos. Los invitados han degustado trucha ahumada con langostinos, huevos de codorniz y salsa de marisco; de segundo, supremas de perdiz de Windsor envueltas en hojaldre, acompañadas de col confitada y una rica salsa de oporto. El postre contenía mora, vainilla y frambuesa y se ha servido también un cóctel con sabor a chocolate y brandy de cereza, cuyas notas recordaban a la tarta Selva Negra. Este dulce se come actualmente en todo el mundo, pero es originario de la región alemana de Baden, uno de los puntos clave de la conocida como Selva Negra, de ahí su nombre. En el menú, un segundo guiño al país germano: el vino tinto era de 1995, año en el que se casaron Frank-Walter Steinmeier y Elka Büdenbender.
El reencuentro de Claudia Schiffer y el heredero al trono
Gran parte de la Familia Real se ha reunido en esta cena de gala. Los reyes Carlos y Camilla, los príncipes de Gales, los duques de Edimburgo, la princesa Ana con Sir Tim Laurence y los duques de Gloucester han ejercido de anfitriones para el mandatario germano y su esposa. También había autoridades como el primer ministro Sir Keir Starmer, el futbolista Thomas Hitzlsperger, la artista Motsi Mabuse (participa en la versión alemana de Bailando con las estrellas, el ilustrador Axel Scheffler, el compositor Hans Zimmer y uno de los nombres más internacionales de la moda: Claudia Schiffer. La presencia de la icónica supermodelo tiene un doble significado: es alemana y está casada con el cineasta inglés Matthew Vaughn, al que este mismo año han nombrado Caballero.
El príncipe Guillermo se ha reencontrado en esta cita con Claudia Schiffer, a la que conoció en los 90. Diana de Gales la invitó, junto a Cindy Crawford y Naomi Campbell, a tomar el té en el palacio de Kensington para satisfacer la admiración de sus hijos por las principales estrellas de la moda de aquellos años. "De alguna manera consiguió el número de mi oficina y me llamó ella misma para preguntar por mí. ¡Mi asistente estaba en shock. Finalmente, nos conectamos y ella me preguntó si la próxima vez que estuviera en Londres vendría a tomar el té. Creo que el príncipe Guillermo estaba empezando a fijarse en las modelos y ella pensó que sería una linda sorpresa para él y el príncipe Harry. Estaba nerviosa y no sabía qué ponerme, pero recuerdo que tan pronto como ella entró en la habitación y empezamos a hablar, fue como hablar con una novia. Ella fue un acto de clase y nos mostró a todos lo que debería ser una Princesa moderna", relataba Cindy sobre ese encuentro privado.
