La vida de Andrés Mountbatten-Windsor ha cambiado mucho en las últimas semanas y la principal víctima colateral ha sido Sarah Ferguson, quien lo ha perdido prácticamente todo con la caída en desgracia del que fue su marido durante seis años, hasta 1992. A pesar de su separación, su relación sigue siendo magnífica y han convivido durante mucho tiempo en Royal Lodge, residencia de la que se preparan para salir. Aunque algunas voces apuntaban a que seguirían compartiendo techo en otra propiedad, finalmente emprenden caminos diferentes: su divorcio se hace oficial tres décadas después. Carlos III proporcionará una vivienda privada en los terrenos de Sandringham a su hermano, pero su excuñada deberá hacerse cargo de su futuro y son muchas (y muy variadas) las opciones que se barajan para sus próximos pasos.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El exclusivo búnker de Eugenia de York en Portugal
Una de las posibilidades es que Sarah Ferguson deje Reino Unido y se instale en Portugal, país en el que su hija Eugenia y Jack Brooksbank tienen una lujosa mansión. Se trata de una vivienda ubicada en el exclusivo resort Costa Terra Golf and Ocean Club, a una hora al sur de Lisboa y con vecinos tan conocidos como el diseñador francés Christian Loboutin, la actriz Alicia Vikander o el piloto de Fórmula 1 Max Verstappen. Además, en la zona veranean personalidades como Jeff Bezos, los hijos de Carolina de Mónaco, el matrimonio formado por Nicolas Sarkozy y Carla Bruni o la marquesa de Griñón, entre otros.
Con el Atlántico como telón de fondo, entre las localidades de Melides y Comporta, este complejo garantiza la privacidad y tiene numerosas comodidades como su propio campo de golf, gimnasio y spa. Ofrece además actividades de pesca, senderismo así como aventuras terrestres y marítima.
El granero de Beatriz
También suena con fuerza la opción de que se mude a la casa de los Cotswolds de la princesa Beatriz y Edardo Mapelli. La vivienda tiene un pequeño cobertizo que antiguamente se usaba para el ganado y que ha sido rehabilitado: ahora tiene una habitación, está equipado con nuevas puertas y ventanas, se ha hecho una "renovación y recableado", tiene nuevos canalones y una caldera de gas, lo que ha invitado a pensar que Sarah se mude antes de Navidad. Esta casa cuenta con su propia entrada, lo que daría independencia a Sarah Ferguson. "Sería perfecto para la ex duquesa, ya que está cerca de su hija, pero también es completamente independiente de la casa principal donde viven Beatrice y Eduardo.'Sarah podría simplemente caminar unos metros y ser niñera en el lugar para Sienna, a quien adora, y con Eugenie viviendo en Portugal, tiene todo el sentido", ha deslizado a Daily Mail una fuente.
Australia con su hermana
Otras voces apuntan a que no hay una decisión definitiva, pero que sí tiene claro que no aceptará ninguna de las propuestas de sus hijas porque "continuará llevando una vida independiente". Incluso hay quienes apuestan a que podría poner tierra de por medio y pasar largas temporadas en Australia, donde vive Jane, su hermana, que a su vez es su persona de máxima confianza. De hecho, a finales de octubre voló a Reino Unido para apoyarla en plena ola de polémica.
Una nueva entrevista de la venganza
Sarah Ferguson vive una de sus etapas más complicadas. Ha perdido la casa que compartía con el padre de sus hijas, el título de Duquesa de York que seguía utilizando y su trabajo como escritora infantil. Se presupone que también acaban aquí sus lazos con la realeza y la alta sociedad. En medio de las incógnitas sobre su futuro, suena con fuerza la idea de que podría estar negociando una entrevista bomba con Oprah Winfrey. Desde The Sun aseguran que "tiene sobre la mesa una oferta televisiva de seis cifras". Estamos así ante la posibilidad de una nueva entrevista de la venganza, después de las que ofrecieron Diana de Gales, los duques de Sussex y la propia Ferguson. Los Windsor estarían inquietos ante esta posibilidad porque temen que, ahora que está fuera de la familia real, se vuelva "deshonesta" o "rebelde", pero "no pueden hacer mucho para detenerla".