El príncipe Guillermo y Kate Middleton debutaron en julio con el espléndido recibimiento a Emmanuel Macron, presidente de Francia. Poco después, repitieron la puesta en escena para Donald Trump, presidente de Estados Unidos, con un protocolo sin precedentes en septiembre. Los príncipes de Gales han asumido en este 2025 un rol diplomático clave en su trayectoria como futuros monarcas que se consolida en esta recta final del año.
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Por tercera vez se repite este nuevo protocolo en el que los actos de la máxima relevancia institucional se alejan del Palacio de Buckingham, el príncipe Guillermo y Kate Middleton se desplazaron al aeropuerto de Heathrow para recibir al presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y a su esposa, Elke Büdenbender, apenas una semana después de que fueran acogidos por los reyes Felipe y Letizia en el Palacio Real de Madrid, también en visita de Estado.
El mandatario alemán y la primera dama tocaron suelo británico antes del medio día de este 3 de diciembre para comenzar una visita de Estado que, como todas las que está programando Carlos III, tiene un carácter histórico, puesto que es la primera de un presidente alemán en 27 años, sin olvidar que la primera visita al extranjero de los reyes Carlos y Camilla fue precisamente a Alemania.
La alfombra roja se desplegó entonces en el aeropuerto de Heathrow para asistir a una coreografía perfectamente milimetrada en la que los príncipes de Gales brindaron un recibimiento oficial antes de trasladarse, con toda la comitiva y el cuerpo diplomático, al Castillo de Windsor, a menos de una hora de Londres y donde el reinado de Carlos III ha establecido su "base de operaciones" aprovechando las obras que están realizando en Buckingham.
Los reyes Carlos y Camilla con un protocolo clásico: ni la efusividad con Macron ni el despliegue para Trump
Por tercera vez este año, Guillermo y Kate (con un vestido de Burberry con un abrigo azul de Sarah Burton para Alexander McQueen y pendientes que pertenecieron a Diana de Gales) han sido protagonistas de la primera imagen de una visita de estado, lo que demuestra su creciente estatus en la institución, un gesto que buena acompañado con los distintos actos como hombre de Estado que viene acumulando el príncipe de Gales desde que asumió su papel como primero en la línea sucesoria. Si bien los reyes Carlos y Camilla siguen siendo los protagonistas cuando los presidentes extranjeros vienen de visita, la tendencia es dejar cada día más espacio a los príncipes de Gales. Sobre todo teniendo en cuenta que el soberano británico aún se encuentra en tratamiento contra el cáncer.
La llegada del presidente alemán a Windsor ha sido espléndida por muchos motivos, el tiempo ha acompañado mientras se disparaban las salvas reales en el Home Park de Windsor y también en la Torre de Londres, ya que la capital británica ha sido igualmente engalanada con las banderas alemanas alternando con la Union Jack.
Los reyes Carlos y Camilla esperaban en el estrado real, situado en Datchet Road, para recibir al matrimonio presidencial y a los príncipes de Gales, entonces se ha visto como la reina Camila ha hecho una pausa para saludar personalmente a Guillermo y Kate, recibiendo una reverencia de la princesa y besos en la mejilla. Hay que recordar que este mismo encuentro, durante la visita de Estado de los Trump, fue muy analizado.
Entonces, con los carruajes ya preparados, en esta ocasión cerrados a pesar del buen día y de la cantidad de gente que había apostadas en las calles, comenzó un recorrido por Windsor con la caballería, la guardia de honor, himnos nacionales y las bandas militares que ha culminado atravesando los verdes terrenos reales que rodean al castillo, a través de The Long Walk, para que ceremonia oficial de bienvenida en el patio de la residencia real.
Tras el almuerzo en el Comedor de Estado, al que asistirán miembros de la Familia Real británica, Carlos y Camilla invitarán al matrimonio presidencial a contemplar una exposición especial de objetos relacionados con Alemania de la Colección Real, en el Salón Verde. Posteriormente, Frank-Walter Steinmeier se reunirá con el primer ministro británico, Keir Starmer en su residencia oficial, el número 10 de Downing Street, y participará en un encuentro con líderes empresariales del Reino Unido y Alemania.
Durante su visita, hay un acto especialmente significativo en la agenda del alemán, ya que será el tercer día cuando deposite una corona de flores en la Catedral de Coventry, bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial y lo hará junto al duque de Kent, que a sus 90 años es el único miembro activo de la familia que conserva recuerdos vividos durante la guerra.
