Este viernes, el príncipe Andrés ha renunciado a todos sus títulos, incluido el del ducado de York, una noticia que se dio a conocer a través de un comunicado difundido por el palacio de Buckingham. La decisión, que ha sido tomada en consenso con Carlos III, sobre todo a raíz de los acontecimientos de las últimas semanas, que habían acrecentado la presión sobre el monarca británico, se produce para evitar que los escándalos en torno a la figura de Andrés perjudiquen la imagen de la Corona.
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"Tras hablarlo con el Rey y mi familia más cercana y lejana, hemos concluido que las continuas acusaciones sobre mí distraen del trabajo de Su Majestad y la Familia Real. He decidido, como siempre he hecho, anteponer mi deber con mi familia y mi país. Me mantengo firme en mi decisión de hace cinco años de dar un paso atrás en la vida pública. Con el acuerdo de Su Majestad, creemos que debo ir más allá. No utilizaré mi título ni los honores que se me han concedido. Como he dicho previamente, niego categóricamente las acusaciones contra mí", explicaba en el comunicado.
Su decisión ha provocado la reacción inmediata de la familia de Virginia Giuffre, quien le denunciara por abuso sexual en el año 2021, y con quien llegó a un acuerdo extrajudicial en el que pagó una suma millonaria a la joven que nunca se hizo del todo pública. Esos fondos, sin embargo, provenían de la colaboración económica de Isabel II con sus fondos privados, según trascendió entonces.
"Nosotros, la familia de Virginia Roberts Giuffre, creemos que la decisión del príncipe Andrés de renunciar a sus títulos es una reivindicación para nuestra hermana y para todos los supervivientes", ha declarado la familia en un comunicado que la revista People ha publicado en exclusiva. "Esta decisión decisiva supone un gran paso adelante en nuestra lucha por llevar ante la justicia a la red de tráfico sexual infantil de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell". Para concluir, añaden: "Además, creemos que es apropiado que el rey Carlos le retire el título de príncipe". El comunicado lo firman Sky y Amanda Roberts, y Danny y Lanette Wilson, hermanos y cuñados de Virginia.
Según denunció Virginia, que se quitó la vida en abril de este año a los 41 años de edad, era apenas una adolescente de 16 años que trabajaba como asistente en Mar-a-Lago, el club del presidente Donald Trump en Palm Beach (Florida): allí trabajaba su padre y fue en el año 2000 cuando la novia y socia de Epstein, Ghislaine Maxwell, la contrató como masajista para él, pero acabó siendo su sirvienta sexual. Aseguró además que Epstein no fue el único abusador, ya que sus amigos y socios, entre los que estaba el príncipe Andrés, la presionaron para tener relaciones sexuales cuando tenía entre 17 y 18 años.
Giuffre afirmó que mantuvo relaciones sexuales con el hijo de Isabel II hasta en tres ocasiones. En 2001 en Londres, en la mansión de Epstein en Nueva York con 17 años y en las Islas Vírgenes con 18. Su relato quedó documentado con testimonios de testigos y fotos que daban credibilidad a su testimonio, incluyendo una instantánea en la que estaba con el príncipe Andrés, mientras él le pasaba el brazo por su cintura en la casa de Maxwell en Londres.
Antes de quitarse la vida hace unos meses, Giuffre escribió Nobody's Girl: A Memoir of Surviving Abuse and Fighting for Justice, unas memorias que salen a la venta el próximo martes 21 de octubre y de las que medios como The Guardian han publicado un extracto recientemente. En el libro, la mujer relata cómo después de salir a cenar y luego bailar en el popular club londinense Tramp, Maxwell supuestamente le dijo: "Cuando lleguemos a casa, harás con él lo mismo que haces con Jeffrey", refiriéndose a las relaciones sexuales con el príncipe Andrés.