Después del Palacio de Buckingham, el otro gran bastión de la Familia Real británica es el Castillo de Balmoral, la querida residencia en Escocia de Carlos III. La fortaleza ha cerrado al público tal y como ha informado el equipo del Rey en redes sociales con una foto del emblemático edificio rodeado de una atmósfera de lo más otoñal. No solo estará cerrado el castillo, sino que no se podrán acceder ni a los jardines ni a las exposiciones. La buena noticia es que tras este parón, muy pronto volverá a estar abierto.
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Desde que Carlos III heredó la espectacular propiedad de su difunta madre, la reina Isabel II, decidió abrirla al público. Desde entonces, es visitable en varias fechas durante todo el año para que la gente pueda conocerlo y disfrutar de su majestuosidad en persona. Aunque esté cerrado, los visitantes interesados solo tendrán que esperar unos días para poder recorrerlo, ya que las entradas estarán disponibles a partir del 1 de octubre.
En otoño, Balmoral se transformará entre el 17 y el 19 de octubre, el recinto se convertirá en un mercado mágico con puestos repletos de exquisita comida, artesanía y regalos. Unos meses más tarde, el castillo se transformará en un paraíso invernal con regalos para la Navidad.
Balmoral se ha convertido en un sinónimo de veranos reales y la difunta reina Isabel II sentía un especial cariño por la finca. Fue adquirida por la reina Victoria y su marido, el príncipe Alberto, en 1852. Se trata de una propiedad privada del rey Carlos III y no forma parte del Patrimonio de la Corona, por lo que el monarca británico tiene plena libertad para decidir qué hacer con ella.