Meghan Markle continúa a tope en sus redes sociales promocionando la segunda temporada de su serie con Netflix, "Con amor, Meghan". La duquesa de Sussex comparte desde sus redes sociales imágenes de rodaje y momentos del backstage nunca vistos y es allí cuando han hecho una aparición -siempre de espaldas- los príncipes Archie y Lilibet, convertidos en pequeños ayudantes en la grabación. Es gracias a imágenes cómo estás en las que se puede ver cómo crecen los hijos del príncipe Harry en los Estados Unidos y que están teniendo una infancia que, aunque con grandes diferencias, recuerda mucho a la que tuvo Meghan Markle.
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La infancia de la duquesa de Sussex se sabe que transcurrió en un set de rodaje, ya que su padre, Thomas Markle, trabajó para la industria de la televisión en Los Ángeles como director de iluminación y fotografía. Meghan ha contado que al salir del colegio le tocaba ir al trabajo de su padre que, entre otras producciones, participó en General Hospital, por el que llegó a recibir dos premios; Casado con hijos, una serie icónica de los 80 y 90; y, antes de que naciera Meghan, trabajó en Made in Chicago y en el canal 11. Como ella misma ha contado, pasar tantas horas entre bambalinas de una grabación fue lo que le hizo apostar por una carrera como actriz, un trabajo que disfrutaba cuando conoció al príncipe Harry y al que ahora ha experimentado un regreso con las producciones que está sacando con Netflix, que ya son cinco los que han lanzado y tienen varios en producción o anunciados.
Así que ver a los pequeños príncipes británicos participando de algún modo en la segunda temporada de la serie "Con amor, Meghan", cuenta una historia que va mucho más allá de la anécdota de la claqueta, ya que la infancia de los nietos del rey británicos está resultando ser más Markle que Windsor, ya que, siguiendo el deseo de sus padres, sus hijos están creciendo alejados de todo lo que implica el mundo de la realeza y también su exposición mediática, quizá por eso sigan compartiendo imágenes en las que nunca se les ve la cara, pero sí el característico pelirrojo del príncipe Harry que es parte del legado Spencer. Las distancias son evidentes, ya que lo sabemos del relato de la infancia de Meghan Markle es que sus padres atravesaron complicaciones y una situación familiar que hacía que los progenitores estuvieran la mayor parte del día trabajando, así lo contó la duquesa en su primera temporada de la serie cuando habló de una infancia marcada por la soledad y la comida rápida. En ese contexto, los sets de rodaje eran también un espacio de refugio y curiosidad para ella. Una situación muy distinta a la que viven Archie y Lilibet, que igual que su padre nacieron en una cuna de oro, pero que sus padres decidieron transformar al dejar la realeza e instalarse en Los Ángeles.
En otra de las imágenes que ha compartido Meghan del rodaje se puede ver como el príncipe Harry también ha estado presente en las grabaciones de esta segunda temporada, respetando que dentro del acuerdo y de los formatos que tienen firmados con Netflix, ambos son productores, pero cada uno tiene su parcela, igual que con el resto de proyectos que llevan a cabo. En la imagen están con la chef británica Clare Smyth, que fue la encargada de preparar el menú para la recepción privada de su boda de 2018. Smyth se formó con Gordon Ramsay durante 13 años antes de abrir su primer restaurante y fue la primera chef en poseer tres estrellas Michelin. Smyth aparece como una de las invitadas en la segunda temporada del show de Meghan y en él hablaron sobre lo que se sirvió en la fiesta posterior a la boda.
La historia no estaría completa sin recordar que Meghan Markle tuvo que romper la relación con su padre al descubrir que él había vendido fotos a la prensa y después lo había negado, además, tanto él como sus hermanos, por parte de padre, se aprovecharon de la atención que acaparaba Meghan durante el tiempo que rodeó la boda real y protagonizaron duros ataques contra ella de forma pública.