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Máxima de Holanda se ha convertido en la reina más versátil. Tras impresionar vestida de gala con un look de hace 15 años y joyas históricas de cuatro siglos de antigüedad, la hemos visto en una tesitura totalmente distinta. Sin tiara, sin apenas maquillaje, sin lentejuelas, ni zapatos de tacón, ha seguido la senda de la princesa Leonor y se ha vestido de camuflaje para hacer un entrenamiento militar con los reservistas de las Fuerzas Armadas.
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La Reina de los Países Bajos se ha desplazado hasta Geulhem, una población rural en la provincia de Limburgo donde ha participado y conocido a un grupo de personal sanitario en formación que se instruye para convertirse en reservistas del Ejército. Además del personal habitual, las Fuerzas Armadas también están formadas por reservistas, empleados del Ministerio de Defensa, que son llamados cuando se necesitan efectivos adicionales.
Máxima conoció como es una jornada de instrucción junto a estos militares que tras un periodo de entrenamiento castrense de ocho semanas estarán listos para ser soldados u oficiales. La formación consiste en habilidades básicas, lecciones teóricas, prácticas de tiro y actividades transfronterizas. Después de disfrutar de un desayuno temprano, la Reina, junto con los reservistas, participó en actividades de escalada, rápel y tirolina, demostrando que se mueve igual de bien en medio de la naturaleza que en los salones de Palacio. Además, esta visita le sirvió para charlar con los participantes sobre esta preparación. Así, vimos a Máxima provista de la uniformidad de camuflaje con casco y diversos arneses, marchar con una mochila, tirarse en tirolina y escalar por una roca. Todo ello sin perder su característica sonrisa.
En Países Bajos, el Instituto de Cooperación entre la Defensa y los Hospitales Afines es responsable de proporcionar personal médico especializado para el despliegue militar. A través de este organismo se colocan especialistas médicos militares en catorce hospitales civiles en todo el país. Trabajan, junto con el personal habitual sanitario, para ser desplegados en una misión durante varios meses cada año. A cambio, los especialistas médicos de estos centros sanitarios reciben formación como reservista. Al trabajar en conjunto con hospitales civiles, el Ministerio de Defensa puede garantizar la disponibilidad y calidad de atención médica y quirúrgica especializada.