Los reyes Felipe y Letizia han inaugurado este martes por la mañana la gran exposición dedicada a la reina Victoria Eugenia, bisabuela del monarca que estará abierta al público desde este miércoles y hasta el 5 de baril de 2026 en la Galería de las Colecciones Reales del Palacio Real de Madrid.
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La muestra que han visto los Reyes presenta una colección de aproximadamente 350 objetos de la reina Victoria Eugenia, documentos, libros y fotografías que revisita en clave contemporánea a una mujer que redefinió una nueva forma de ser Reina consorte combinando su papel oficial como espoa de Alfonso XIII con la realización de labores humanitarias de una forma moderna y renovda. Se trata de fondos provenientes de Patrimonio Nacioal, así como de releventes prestadores naciones e internacionales, como el Museo del Prado, el Museo Sorolla, la Colección Carmen Thyssem, el Museo del Traje, el Museu Nacional d'Art de Catalunya, la Royal Collection Tust y la Natinal Portrait Gallery, ambas de Londres, además de colecciones particulares nacionales y extranjeras. Como complemtnos, Patrimonio Nacional ha editado una monografía histórica sobre la figura de la Reina, qye incluye un prólogo de su bisnieto, Felipe VI.
Para esta cita, la reina Letizia ha elegido un traje en tweed, que ha conseguido a través, de la Asociación para la Prevención, Reinsercion y Atención a la Mujer Prostituida (APRMAP), con quien se va a reunir después, junto con el Rey, para mantener un encuentro con 15 mujeres supervivientes de la trata que han recibido formación gastronómica en la Universidad Rey Juan Carlos.
La cesión de su tiara de la reina Letizia
Uno de los obejtos más llamativos es la tiara Flor de Lis, la pieza más importante del joyero real español que la Reina Letizia ha cedido para esta exposición. Se trata de un reaglo de Alfonso XIII a su entonces prometida, que la lució el día de su boda. Desde entonces, es una espectacular pieza reservada solo a las Reinas de España. La reina Letizia la llevó por primera vez en 2017, coincidiendo con el viaje de Estado del por aquel entonces presidente de Argentina, Mauricio Macri, junto a su esposa, Juliana Awada.
Es la primera vez que se muestra una exhibició monográfica de Victoria Eugenia de Battenberg, conocida como la reina Ena. Durante la presentación de la exposición, Víctor Cageao, director de la Galería y de las Colecciones Reales subrayó que la bisabuela de Felipe VI "supo manejar los medios a su alcance para realzar su papel oficial y dar visibilidad a las causas sociales y humanitarias en las que se implicó". Por su parte, Borja Baselga, director de la Fundación Santander, patrocinadora de esta retrospectica, destacó que la muestra complementa “la visión del período histórico que abordaba otra exposición que tuvimos la fortuna de patrocinar en 2019, Cartas al Rey, sobre la labor humanitaria de Alfonso XIII durante la Primera Guerra Mundial.”
La exposición se estructura en torno a ocho bloques temáticos que analizan la vida de Victoria Eugenia desde un punto de vista humano e histórico. Su infancia en Inglaterra, al amparo de su abuela, la reina Victoria; su noviazgo y posterior boda con Alfonso XIII y el trágico atentado que marcó el día de su enlace; sus aficiones personales; su papel como madre de siete hijos, a los que educó personalmente; su imagen vista por los más relevantes artistas de la época; la labor institucional que desarrolló acompañando al rey en numerosos actos oficiales, o su implicación social, y finalmente su salida de España en 1931.
Entre las piezas expuestas pueden verse numerosos documentos, fotografías y testimonios gráficos; objetos personales, como condecoraciones o la diadema de las Flores de Lis, regalo de boda de Alfonso XIII, hoy convertida en una de las “joyas de pasar” de las reinas de España; postales de amor que Victoria Eugenia escribe al rey durante su noviazgo; retratos y esculturas de prestigiosos artistas, como Sorolla, Philip de Lázsló o Benlliure; parte de la biblioteca personal de la reina o el carruaje con el que se trasladó a los Jerónimos el día de su boda. Además, se evocan algunas de las habitaciones que la reina poseía en el ala sureste del Palacio Real de Madrid, como su dormitorio o su despacho.
El efecto 'Ena' lo invade todo
Esta exposición abre sus puertas casi en paraleo al estreno de Ena, la serie de ficción de la mano de RTVE de esta joven inglesa que nunca imaginó porta Corona, tuvo una vida lejos de su patria en la que no faltó el amor, las tensiones políticas, infidelidades y hasta el exilio. Victoria Eugenia (Escocia, Reino Unido, 1887-1969) fue la segunda de los cuatro hijos del príncipe Enrique de Battenberg y de la princesa Beatriz de Gran Bretaña e Irlanda. Su abuela fue la reina Victoria, para la que su madre ejercía como secretaria. Tras su boda con Alfonso XIII en 1906 fue reina consorte en España hasta 1931. Durante su reinado tuvo una gran presencia pública y estuvo implicada en numerosas causas sociales, lo que definió un nuevo papel, mucho más activo, para las reinas consortes.
El matrimonio con Alfonso XIII se produjo tras varios meses de encuentros y cortejos y el Rey pidió su mano el 31 de mayo de 1906 en Madrid. Uniéndose así dos de las Casas Reales más influyentes de Europa. Ese mismo día y como presagio a un matrimonio que luego fue muy desdichado, fueron víctimas de un atentado cuando una persona del público lanzó una bomba escondida en un ramo de flores al vehículo en el que viajaban por la calle Mayor de la capital. Aunque hubo varios muertos, ellos, milagrosamente, sobrevivieron.
Uniéndose así dos de las Casas Reales más influyentes de Europa. Ese mismo día y como presagio a un matrimonio que luego fue muy desdichado, fueron víctimas de un atentado cuando una persona del público lanzó una bomba escondida en un ramo de flores al vehículo en el que viajaban por la calle Mayor de la capital. Aunque hubo varios muertos, ellos, milagrosamente, sobrevivieron.
Con la llegada de la segunda república, la Familia Real se exilió en abril de 1931, primero a Francia y después a Italia para recalar durante un tiempo en Londres. Finalmente, se trasladó a Lausana (Suiza) donde pasó sus últimos años. Desde que dejó España, solo regresó en febrero de 1968, tras 36 años de exilio, para ejercer de madrina en el bautizo de su bisnieto, el rey Felipe VI. Durante esa estancia se alojó en el Palacio de Liria, la residencia del duque de Alba en Madrid.
