El rey Juan Carlos se encuentra en una emocionante etapa. Esta semana, sus memorias, Reconciliación, llegaban a las estanterías de Francia y, antes de que se acabe el año, se podrán leer también en España. En ellas, el monarca aborda su historia, sus recuerdos y los relatos de una vida contada desde su prisma.
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"Desde el principio, quedó claro que iba a abordar todos los temas, incluso los más desagradables. No podía omitir nada, era consciente de ello. Es lúcido sobre los errores que cometió. No quería en absoluto intentar eludirlos", ha confesado en exclusiva a ¡HOLA! la historiadora francovenezolana Laurence Debray, quien le ha acompañado en la escritura y en cada paso de la creación del libro.
Este mes de noviembre se cumple medio siglo de su ascenso al trono, una efeméride que coincide con la publicación de las 512 páginas en las que Juan Carlos reflexiona sobre su reinado y su papel como jefe de Estado. Han pasado cinco años desde que pusiera rumbo a Abu Dabi, dejando atrás el país al que sirvió durante cuatro décadas: una decisión "meditada" que jamás imaginó que sería por tanto tiempo -"pensé que me alejaría solo unas semanas", admite-.
En la segunda ciudad más poblada de los Emiratos Árabes en la que él vive ahora también se encuentra su nieto, Felipe de Marichalar. El joven de 27 años decidió seguir los pasos de su abuelo y mudarse a Abu Dabi, una ciudad que le brindó un cambio considerable de vida y en la que actualmente trabaja, arropado por el cariño de Juan Carlos.
"Le ofrecía un nuevo comienzo, lejos de los paparazzi y las discotecas, pero era una apuesta arriesgada. Un cambio radical de 180 grados. Algo que podría desestabilizar a un adolescente un poco perdido. Felipe, a quien no le gusta que le llamen Froilán, aceptó el reto. Creo que en ese momento necesitaba encontrar un propósito y una disciplina", contó Debray en exclusiva a esta revista con motivo de su cumpleaños, celebrado el pasado mes de julio.
La historiadora y escritora ha admitido que, al final, Felipe "se ha ocupado mucho de él y él se lo ha devuelto", pues es el único de la familia que vive con Juan Carlos, le acompaña y está ahí para cuando lo necesite. En sus memorias, el Rey habla de la relación que existe entre ambos, y no duda en plasmar algunos de los consejos que le dedica a su nieto, entre ellos, algún que otro tip de cocina que, sin duda, sacará alguna carcajada entre los lectores de sus memorias.
En un capítulo de Reconciliación, el rey Juan Carlos habla de aquella vez en la que enseñó a su nieto a hacer huevos fritos, un plato que no puede faltar en cualquier mesa. "Viene a visitarme muy a menudo. Compartimos una buena comida, vemos partidos en la televisión, charlamos. Pequeñas alegrías", relata. "Bromeamos mucho, el humor sigue siendo el mejor remedio para los tormentos de la vida (...)", expresa. "Intento darle consejos sobre cómo vestirse —¡en vano!— y consejos prácticos. No sabe cocinar. Le explico: 'Hazte unos huevos fritos, son ricos y fáciles de hacer. No te olvides de echar un chorrito de aceite de oliva cuando calientes la sartén'", cuenta el monarca.
