n unas horas, la reina Sofía va a acudir fiel a su cita a la entrega de los Premios BMW de Pintura, un concurso que nació con el objetivo de apoyar el arte y la cultura para que pueda llegar a la sociedad allá donde estén las personas. Es una edición especial, pues celebra su 40º aniversario y el acto se convertirá en todo un homenaje a la madre del Rey, quien siempre ha dado su apoyo a las artes. Sin embargo, en esta ocasión todo será distinto.
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Por primera vez, su hermana, la princesa Irene de Grecia, gran amante del arte y la cultura, no podrá acompañarla. Acaba de cumplir 87 años y no hay duda, que el tiempo pasa y no se detiene. El destino le ha hecho afrontar lo impensable: sobrevivir a su hermano, el rey Constantino II, y tener que cuidar a su hermana pequeña, siendo ella la mayor de los tres. Para la madre de Felipe VI, también pesan mucho las emociones y dejar por primera vez a la princesa Irene en casa es doloroso.
A pesar de ello, la reina Sofía no se deja embaucar por la nostalgia y siempre está al servicio de su hijo y 'jefe'. Sigue en activo y la palabra jubilación no entra en su vocabulario. En breve cumplirá medio siglo al pie del cañón como Reina y el rey Juan Carlos, en su libro de memorias, según extractos publicados por la prensa francesa, le ha dedicado todos los elogios, y ha dicho que le gustaría verla más y que le visitara en Abu Dabi.
Irene de Grecia, hija de los reyes Pablo y Federica, y, por tanto, tía del rey Felipe, padece desde hace tiempo una enfermedad cognitiva. La reina Sofía está muy pendiente de ella, su prioridad es estar a su lado y este verano le realizaron unas pruebas médicas tras un momento de salud delicado que marcaron el calendario de su hermana mayor retrasando su llegada a Mallorca.
Quizá, para acompañar a la reina Sofía en esta cita con la pintura y para que los sentimientos no la invadan, no se descarta que está alguno de sus nietos, ya que la edición de este año es especial tras cuatro décadas de compromiso con estos galardones.
Todos pendientes de ella
La última vez que vimos a la princesa Irene en público fue el 7 de febrero de 2025 en Atenas, durante la boda de su sobrino, el príncipe Nicolás de Grecia y Chrysi Vardinogiannis. La Princesa Irene acudió en silla de ruedas y tanto su hermana como su sobrina, la infanta Cristina, estuvieron muy protectoras con ella. La princesa griega es madrina de bautizo del príncipe Nicolás, motivo que hizo que quisiera estar presente en su enlace.
La princesa Irene, quien tiene la nacionalidad española desde 2018 y nunca se casó ni tuvo hijos, es como una segunda madre para sus sobrinos. Los quiere a todos por igual, tanto a los griegos como a los españoles, aunque es con los hijos de la reina Sofía con los que ha convivido más. Es su tía 'Pecu', por su carácter peculiar. De hecho, la infanta Cristina puso a su única hija el nombre de su tía como homenaje.
