Con el imponente volcán Misti de fondo, Felipe VI aterrizó alrededor de las cinco de la tarde (hora local) de este martes en la espectacular ciudad de Arequipa, joya colonial del sur peruano. El viaje del soberano tenía como fin principal presidir la ceremonia de inauguración del X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), y por ello, su agenda arrancó con un homenaje a Mario Vargas Llosa, figura clave en la defensa, expansión y prestigio de la lengua española a lo largo de su vida. Fue él quien propuso que este congreso se celebrara en su ciudad natal, aunque finalmente no vivió para verlo realizado.
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Cuando Mario Vargas Llosa propuso que uno de los congresos de la lengua —que se celebran cada tres años— tuviera lugar en Arequipa, la ciudad donde nació en marzo de 1936 y vivió su infancia, Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, le respondió: "Si lo dices tú, ya no hay vuelta atrás". Vargas Llosa hablaba de Arequipa con nostalgia, como quien evoca un lugar que lo formó y lo acompañó siempre, incluso en la distancia. Que Mario Vargas Llosa muriera el pasado abril, añade una capa de melancolía, un evento que se ha convertido en un acto de justicia poética: Arequipa acoge a los grandes defensores del idioma, justo cuando uno de sus hijos más ilustres ya no está para recibirlos.
Ya había caído la noche cuando Felipe VI llegó a la primera cuadra del boulevard Parra, cerca del centro histórico, donde le esperaba un nutrido grupo de medios de comunicación a los que saludó. Allí le esperaba "la casona" con esa arquitectura colonial que hace que el pasado más que un tiempo transcurrido sea una auténtica vocación. Aunque en la reforma, hecha ya con el fin de acoger la Casa Museo del Premio Nobel, se han incorporado todo tipo de innovaciones tecnológicas para ofrecer una experiencia interactiva e inmersiva en el mundo creativo del escritor.
Felipe VI fue recibido por el director del museo y primo del escritor, Luis Llosa y por la hija del literato, Morgana Vargas Llosa, para contar con el honor de ser el primer visitante de este legado que ya forma parte de la Red de Museos de Perú. En la misma casa donde Mario Vargas Llosa vivió su primer año, el jefe del Estado pudo contemplar fotografías, documentos, objetos personales, primeras ediciones de sus libros y, lo más impresionante de todo, sobre todo para un lector como él, su biblioteca personal, una donación que el escritor hizo en vida y que se cifró en más de 30.000 ejemplares que se reunieron entre Lima, Madrid y París.
Entre las imágenes que colgaban o se proyectaban en las paredes del museo, Felipe VI se encontró a sí mismo y es que coincidieron muchas veces a lo largo de su vida en distintos escenarios, como el propio soberano recordó con la emotiva carta que dedicó a sus hijos tras el fallecimiento del escritor, pero la mayoría relacionados con la lengua española, en la que Vargas Llosa siempre escribió contribuyendo a su proyección global como lengua literaria de alto nivel.
Durante los días del congreso, la capital arequipeña recibe a los más de 260 conferenciantes y ponentes internacionales que participan en el Congreso, entre académicos, escritores, lingüistas, historiadores, profesores y otros especialistas. Además, alrededor de 500 personas asisten de forma presencial como público general a los eventos académicos. Se trata, en su mayoría, de estudiantes y profesionales de instituciones de educación superior de Arequipa, Chiclayo, Huánuco, Lima, Moquegua, Tacna y Trujillo. También, han llegado representantes de las universidades de España, Estados Unidos, Suecia y Sudáfrica.
El X CILE de Arequipa tiene por lema Grandes desafíos de la lengua española: mestizaje e interculturalidad, lenguaje claro y accesible, culturas digitales e inteligencia artificial. En él se resumen los tres ejes de este foro que busca reflexionar sobre la situación, problemas y retos de la lengua española: Mestizaje e interculturalidad; lenguaje claro y accesible, y lengua española, culturas digitales e inteligencia artificial (IA).
Los CILE se realizan en forma trienal desde 1997 y son organizados por el Instituto Cervantes, la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) junto con el país anfitrión.