Egipto es la tierra donde se meció la cuna de todas las razas, donde existen los fundamentos de toda ciencia y todo arte. Estas son las palabras que Felipe VI pronunció, parafraseando al diplomático e historiador Eduard Toda, al poco de comenzar su primer viaje de Estado al país transcontinental. Una estancia que les hace “una especial ilusión en lo personal” y que la tarde de este jueves ha llevado a los Reyes a uno de los puntos más destacados de la región. Porque en Egipto cada rincón es mágico, sí, pero el Templo de Hatshepsut que recorren el jefe del Estado y doña Letizia tiene además un valor añadido. Esconde una historia única con protagonista femenina, un acontecimiento extraordinario si tenemos en cuenta que hablamos del año 1513 antes de Cristo.
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Los Reyes han inaugurado la iluminación nocturna de este templo funerario, una mejora en las instalaciones que facilita las visitas nocturnas y la seguridad, dos puntos importantes para el turismo, que año tras año crece en Egipto. "Es espectacular y lleva el sello de España", ha dicho el monarca. En esta transformación han participado varias empresas capitaneadas por Tragsa e ISDEFE. Además, se han usado tecnologías de última generación y se ha importado material de fabricación española."Ni siquiera en la época antigua de Egipto podrían verlo así", ha indicado."Fue un gran acierto y demuestra que este esfuerzo se puede continuar haciendo, no solo labor arqueológica sino también la puesta en valor de lugares tan emblemáticos en cuanto a la iluminación que permite visitarlo de noche, también en cuanto a la seguridad", ha añadido.
Este vínculo empresarial refuerza los lazos que ya existían entre ambas naciones, como ha remarcado estos días el monarca: "Somos dos culturas enraizadas en el Mediterráneo. Dos culturas y en muchos aspectos con un modo muy similar de entender la vida. Nuestra larga amistad está marcada por una sintonía espontánea, visible en muchos gestos cotidianos, y un sentimiento de fascinación entre nuestros pueblos". En esta conversación improvisada con los medios allí presentes, también han hablado de la visita sorpresa que hicieron la noche del miércoles a las pirámides de Giza: "Fue una visita muy rápida, pero ver eso de noche y totalmente vacío impresiona mucho".
Felipe VI y la reina Letizia incluso han sacado su propio móvil para fotografiar todos los detalles. Quién sabe si esas imágenes se las envían a sus hijas, con las que el contacto es constante a pesar de estar lejos: la princesa Leonor completa su formación militar en Murcia, mientras que la infanta Sofía da los primeros pasos universitarios en Lisboa. Los Reyes se han interesado por el largo proceso de mejora que han seguido para que el templo brille aún más, por los detalles de la remodelación y por el impacto que se prevé que tendrá.
Unas explicaciones que atendían mientras observaban fascinados este majestuoso monumento cuyo aura es difícil de explicar con palabras. Tienes que estar frente a él para comprender su magnitud y su magia. Conocido inicialmente como Djeser-Djeseru (El Sublime de los Sublimes), y situado en la necrópolis de Deir el-Bahari, al pie de los acantilados de piedra caliza en la orilla occidental del Nilo, tiene el poder de mantener viva 3.000 años después la memoria de una reina que fue faraón. Hablamos de Hatshepsut, una mujer que desafió tradiciones milenarias y protagonizó una apasionante historia de poder, ambición, espiritualidad y belleza.
Hatshepsut fue hija del faraón Tutmosis I y de la reina Ahmose. Se casó con su hermanastro Tutmosis II y, cuando él murió, comenzó su etapa de regencia porque su hijastro, Tutmosis III, era todavía un niño. Más adelante revolucionó la historia al proclamarse faraón. Y es que aprovechó una serie de circunstancias a su favor para romper las reglas. Usó títulos masculinos y elementos como la barba ceremonial para adoptar más autoridad. Estuvo 22 años en el poder, un periodo de prosperidad en el que fomentó el comercio, construyó importantes monumentos y apostó por la paz.
El templo con su nombre que hoy recorren los Reyes, es además una joya de la arquitectura por su diseño innovador, su ubicación estratégica y su relevancia histórica. Con 105 m de ancho, 273,5 de largo y 24,5 de altura, parece el escenario de una película del old Hollywood, pero la realidad siempre supera cualquier ficción. Ubicado muy cerca del Valle de los Reyes, tiene tres terrazas con columnas conectadas entre sí por rampas centrales. Es una representación del proceso que siguió Hatshepsut para pasar de reina a deidad. Hay mosaicos narrativos que nos permiten conocer fragmentos de la historia y se alinea con el templo de Karnak, que está en el otro lado del Nilo.
El viernes, don Felipe y doña Letizia continuarán en Luxor, la antigua Tebas, es decir, la capital del Antiguo Egipto durante más de 1500 año. Visitarán el Museo de Luxor y el Valle de los Reyes, donde conocerán más misiones arqueológicas españolas que se están llevando a cabo por todo el país.