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La princesa Leonor y el resto de guardiamarinas del 97 crucero de instrucción del buque escuela Juan Sebastián de Elcano afrontan ya las últimas horas de esta histórica travesía, una experiencia que formará parte de los mejores recuerdos de su formación militar. Han sido cinco meses de retos en alta mar y de una gran camaradería. El emblemático barco de la Armada se encuentra atracado en Nueva York, su última escala, donde llegaron el miércoles por la mañana, un día antes de lo previsto. En la ciudad de los rascacielos se están desarrollando significativos actos, entre ellos una jura de bandera a bordo del barco.
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En este solemne acto ha participado la embajadora de España en Estados Unidos, Ángeles Moreno Bau, además de una representación de los españoles residentes en el país. Medio centenar de civiles, entre los que hay funcionarios, profesionales sanitarios, de la cultura y empresarios, han besado uno por uno la bandera en esta embarcación que está en el muelle 88 del río Hudson. En todo EEUU hay más de 226.000 españoles residentes -el tercer país del mundo con más residentes españoles-, de los que Nueva York suponen más 53.000.
"Jurar la bandera a bordo del Juan Sebastián de Elcano es hacerlo en el buque más emblemático de la Armada, que a punto de cumplir 100 años sigue cumpliendo sus dos misiones fundamentales: la formación integral de los guardiamarinas y la de representar a España y la Armada", ha dicho el capitán de navío Luis Carreras-Presas do Campo. Antes de finalizar el acto, la princesa Leonor y el resto de guardiamarinas han interpretado el himno de la Armada.
Es la tercera vez que la princesa de Asturias porta la enseña en una jura de bandera dentro de Elcano. Debutó el pasado marzo en Montevideo (Uruguay), donde estuvo la ministra de Defensa, Margarita Robles, y participaron medio centenar de ciudadanos españoles residentes en el país de América del Sur. Dos meses después repitió experiencia en el puerto colombiano de Cartagena de Indias, su antepenúltimo destino, antes de llegar a Nueva York, donde ha vuelto a ejercer de abanderada. "Jurar ante la bandera de España en este contexto significa asumir con plena conciencia un compromiso solemne con la defensa del país y sus valores", dijo el comandante del buque escuela.
La jura de bandera llega después de una noche para el recuerdo en la que la princesa de Asturias y sus compañeros acudieron a un concierto del Teatro Real de Madrid en el prestigioso Carnegie Hall, una velada de la que ¡HOLA! ha contado en exclusiva todos los detalles. En la azotea de este emblemático edificio de Manhattan se celebró un cóctel al que asistieron los guardiamarinas mientras que en otra de las salas del auditorio, se celebró una cena más formal, a la que asistieron destacadas personalidades de la cultura y sociedad neoyorquina y española. A continuación, dio comienzo el recital de gala, bajo la dirección de David Afkham, junto a la violinista María Dueñas (Premio Princesa de Girona 2023) y la soprano Saioa Hernández. Tras la actuación, la hija mayor de los Reyes pudo felicitar personalmente a los artistas y participó también en el cóctel posterior.
El Juan Sebastián de Elcano ha formado a más de 6.500 oficiales de la Armada Española y es considerado una verdadera embajada flotante por su papel representativo en cada país que visita. Con 113 metros de eslora, 13 metros de manga, un motor diésel y una hélice dextrógira de cuatro palas y 2,46 metros de diámetro, ha sido desde enero el hogar de los 76 guardiamarinas, que además de intensificar su formación marinera, naval y militar, también han recibido entre cinco y ocho horas de clase al día, como cualquier universitario.
Regreso a Zarzuela y sus próximos pasos
Desde la ciudad de los rascacielos, los guardiamarinas continuarán la expedición rumbo a España, de donde partieron en enero. La heredera al trono no les acompañará en esta parte de la travesía, sino que regresará a Zarzuela en las próximas horas en avión para disfrutar de unos días en familia antes de continuar con su formación castrense. El próximo paso de su formación incluye su integración en la fragata Blas de Lezo. Permanecerá en ella hasta el 3 de julio. Ese día volverá a subirse en Elcano a su paso por Gijón y desde allí pondrán rumbo a Marín (Pontevedra), donde el 14 de julio finalizará esta experiencia inolvidable. Dos días más tarde se celebrará la tradicional entrega de despachos en la Escuela Naval, coincidiendo con la festividad del día del Carmen.
Ahora que queda poco más de un mes para decir adiós al histórico bergantín goleta, cobran más sentido las palabras que Felipe VI dedicó a los guardiamarinas al comienzo de la expedición: “Sobre todo que aprovechéis esta etapa fundamental en vuestra formación como marinos, como militares y también en vuestra proyección en el mundo como españoles. Representáis a una Armada con un legado de siglos que debéis honrar. Recordad siempre que lleváis el prestigio y la imagen de España sobre vuestros hombros. Os deseamos que lo disfrutéis y dejéis el pabellón bien alto”. El monarca pasó por los mismos puertos que ahora ha pasado su primogénita y durante su estancia en Nueva York tuvo un encuentro con el entonces presidente de EE.UU., Ronald Reagan.
Este mismo verano, la futura jefa suprema de las Fuerzas Armadas ingresará en la Academia General del Aire y el Espacio en San Javier (Murcia), donde se prevé que aprenda a pilotar aviones de combate, como hizo su padre. Completará de esta forma la tercera parte de su formación castrense, esa que Felipe VI destacaba como "muy conveniente y valiosa" porque inculca virtudes como "la lealtad, la disciplina, el valor o el compañerismo, y principios como la responsabilidad, la ejemplaridad o la austeridad". A partir de ahí, su futuro es todavía una incógnita, pero lo más probable es que pase por la universidad, al igual que hizo su padre y como se prevé que haga desde este mismo septiembre su hermana, la infanta Sofía.