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Llegan noticias tranquilizadoras desde la corte danesa. Esta semana ha causado gran preocupación el ingreso de la reina Margarita por problema de salud que le obligó a cancelar in extremis su agenda, que incluía su participación en el 125 aniversario de la Fundación Sankt Lukas. Dos días después de conocerse su hospitalización, han dado nuevos datos sobre su estado y también sobre su estancia en el Rigshospitalet. Lo han hecho en un comunicado que reprodudimos íntegro a continuación.
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"Su Majestad la Reina Margarita continúa hospitalizada en el Rigshospitalet el viernes por la mañana.
Su Majestad se está recuperando y está de buen ánimo. Por lo tanto, se espera que la Reina Margarita sea dada de alta del Rigshospitalet y regrese al Palacio de Fredensborg durante el fin de semana"
Margarita de Dinamarca padece un resfriado y los médicos decidieron que fuese ingresada en el Rigshospitalet, el hospital más grande de Copenhague para mantenerla en observación como medida de precaución. Todo parece evolucionar de forma positiva, pero aún se desconoce cuánto se extenderá la convalecencia de la Reina, Tampoco se sabe si finalmente podrá cumplir con la importante cita que tiene prevista para el 22 de mayo, cuando recibirá el Premio de la Sociedad Bíblica. Desde su abdicación en enero de 2024, ha reducido sus apariciones públicas, pero ha conservado una agenda en la que se entremezclan algunos actos oficiales con eventos culturales o deportivos que tanto le gustan.
En la última etapa, la madre de Federico X ha tenido más problemas de salud aparte del actual. A finales de septiembre sufrió una caída por las escaleras que sufrió en su domicilio ( el palacio de Fredensborg) y estuvo ingresada un par de días porque el percance le provocó una fractura en la mano izquierda, que le escayolaron. Esta situación la obligó a estar retirada de la vida pública durante dos meses. En febrero de 2023 se sometió a una extensa cirugía de espalda que lo cambió todo. Y es que le hizo pensar en el futuro y plantearse si había llegado el momento de dejar la responsabilidad a la siguiente generación. Una cuestión a la que respondió dando un paso atrás después de 52 años en el trono.