La vida de jequesa Al Jalila ha estado marcada por la opulencia dubaití y la huida. Pasó de tener una infancia llena de lujos en la corte de Dubai para huir, con 12 años, con su madre y su hermano pequeño de su padre, el todopoderoso emir Mohammed bin Rashid Al Maktoum. La princesa árabe, sobrina de Abdalá y Rania de Jordania, cumplió la mayoría de edad hace unos días y ya participa, aunque tímidamente, de la vida oficial junto a su madre, lejos del país que la vio nacer.
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A pesar de tener uno de los linajes más importantes de Oriente Medio, Al Jalila sigue siendo una gran desconocida. Su vida transcurre lejos de los Emiratos, en Reino Unido, donde reside desde 2019, cuando su madre decidió llevarla junto a su hermano Zayed, que ahora tiene 14 años, lejos de su padre. La princesa Haya abandonó Dubai con 35 millones de euros porque temía por su vida y la de sus hijos. El emir publicó un poema en el que acusó a su esposa de traición y ella se refugió en Londres, en una mansión muy cerca del Palacio de Kensington. Este movimiento de Haya fue toda una sorpresa, ya que su matrimonio con el emir parecía estable y compartían su afición por los caballos. La princesa Haya compitió en los Juegos Olímpicos de Sídney de 2000 representando a Jordania y el monarca árabe es un gran aficionado a la equitación y fundador de la cuadra Godolphin.
Una vez en Londres, su hermano, el rey Abdalá, la nombró diplomática en la embajada de Jordania en el Reino Unido, una manera de protegerla y darle inmunidad en un momento en que estaba en plena guerra contra el emir. A partir de entonces, inició el proceso legal para solicitar el divorcio y la custodia de sus dos hijos pequeños, pues temía que si regresaban a Dubai podrían ser víctimas de un matrimonio concertado.
Una abogada de altos vuelos
Enfrentarse al multimillonario y poderoso emir, no fue fácil para Haya, pero para ello contó con la mejor, la abogada Fiona Shackleton, alias Magnolia de Acero, por su elegancia y diplomacia, pero también por su determinación, fuerza y habilidad en los tribunales. Es una de las letradas especializadas en divorcios de alto perfil más importante de Reino Unido y representó a Carlos III en su separación de Lady Di, así como a Paul McCartney cuando rompió su matrimonio con Heather Mills o a Mick Jagger cuando negoció su divorcio con Jerry Hall.
Tras varios años de litigio en los tribunales británicos, en 2021 la justicia dictaminó que el emir tenía que pagar 650 millones de euros en compensación para Haya y sus hijos, el mayor divorcio en la historia de Reino Unido. El tribunal reconoció que el emir había intimidado y amenazado a su exmujer, que había espiado su teléfono y el de su abogada y consideró "totalmente justificado" el temor de la Princesa de que sus hijos fueran secuestrados si regresaban a Dubai. No hay que olvidar que en 2018, la princesa Latifa, una de sus hijas mayores, publicó un vídeo después de un intento fallido de huir de los Emiratos Árabes en la que afirmaba que estaba escapando de su familia, hizo acusaciones de abuso y dijo que su padre era responsable de varios asesinatos.
El pasado verano, la jequesa Al Jalila apareció en público junto a su madre, por primera vez después del polémico divorcio de sus padres. Juntas aparecieron en el Festival Ecuestre Internacional de Verano Chepstaw en Reino Unido, donde la Princesa presentó el trofeo rey Hussein, un galardón creado por su difunto padre, el recordado monarca hachemita en 1994.