Ha llegado la Navidad al Castillo de Windsor. Como cada año, la decoración marca el inicio de las fechas más entrañables para la Familia Real británica. Sin lugar a dudas, Windsor sigue siendo un lugar clave para los eventos públicos y privados de la realeza durante la temporada navideña.
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Este año, la decoración navideña del castillo se ha alineado con las tradiciones familiares, pero también se han incluido toques modernos, en honor a los nuevos tiempos con el rey Carlos III. Miembros del Royal Collection Trust han dedicado horas a decorar las estancias del castillo, donde no podía faltar el enorme árbol de Navidad de unos seis metros de altura, cuidadosamente decorado. La luz que entra por las grandes ventanas añade un toque cálido a las estancias, y los muebles dorados complementan la atmósfera festiva del lugar. El ambiente refleja un estilo tradicional y majestuoso, propio de la realeza británica.
Un refugio navideño para la Familia Real
La Navidad en el Castillo de Windsor es una de las tradiciones más emblemáticas de la Familia Real británica. La Reina Isabel II y otros miembros de la Familia Real solían reunirse en este histórico castillo para celebrar las fiestas. Windsor, situado en el condado de Berkshire, se transforma en un refugio navideño, con una decoración especial que incluye árboles de Navidad, luces brillantes y adornos tradicionales. El menú navideño suele incluir platos tradicionales británicos como pavo asado, pudín de Navidad y otros manjares, y se suelen organizar intercambios de regalos y actividades familiares entre el 24 y el 25 de diciembre.
Aunque celebran la Navidad de manera íntima, la Familia Real Británica hace su aparición en eventos públicos como la Misa de Navidad en la Capilla de San Jorge, el lugar donde la Familia Real ha celebrado estas fechas durante décadas. Este es un momento especial en el que se observa a los miembros de la familia, como Kate Middleton, el príncipe Guillermo y sobre todo sus hijos, interactuar con los ciudadanos y seguidores.
Este año se celebra la cuarta Navidad sin la reina Isabel II. Hasta su muerte, Sandringham era su residencia privada y el lugar donde, tradicionalmente, toda la familia celebraba la Navidad. Hoy esa propiedad pertenece a su hijo Carlos III, para el que será su cuarta Navidad como Rey y la tercera como anfitrión tras su coronación el 6 de mayo 2023, y se desconoce quiénes se reunirán este año. Por tradición y logística — y porque el entorno sigue siendo propiedad privada del monarca — Sandringham sigue siendo la apuesta más segura para la Navidad 2025, aunque, sin duda, habrá sillas vacías, como la de Andrés, el hermano del Rey, que recientemente vivía la retirada formal de sus títulos y honores, incluido el de príncipe, así como la rescisión del contrato que le permitía seguir viviendo en Royal Lodge.
El Castillo de Windsor: un símbolo de historia y unidad
Enclavado en el condado de Berkshire, el Castillo de Windsor se extiende a lo largo de trece impresionantes acres, lo que lo convierte en la fortaleza habitada más grande y antigua del mundo. Fue la residencia oficial de la reina Isabel II de 2011 a 2022 y se erige como símbolo intemporal de la historia y la tradición reales. Uno de sus momentos inolvidables fue la boda real de 2018 del príncipe Harry y Meghan Markle en la Capilla de San Jorge. Hoy en día, el Castillo de Windsor sigue cautivando a los visitantes y sigue siendo una atracción de visita obligada en Windsor.
Las celebraciones en Windsor son un reflejo de la estabilidad, la unidad y la historia de la monarquía británica, manteniendo una atmósfera de calma y reflexión.
