El príncipe Kubrat ha celebrado su 60 cumpleaños, cumplidos el pasado miércoles 5 de noviembre, en compañía de algunos de los miembros más destacados de la Familia Real búlgara. Una reunión para festejar esta cifra redonda donde el homenajeado se vio arropado, como no podía ser de otra forma, por las personas más importantes de su vida: sus padres, sus hermanos, su esposa y sus hijos.
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Tal y como mostraban en una foto para el recuerdo publicada en la web de la institución, allí se encontraban el exprimer ministro búlgaro y rey depuesto Simeón II (88 años) junto a su esposa, la española Margarita Gómez-Acebo (90). También han estado los dos hermanos varones del que es médico de profesión: los príncipes Kyril (61) y Konstantin (57). De la misma manera, veíamos a su esposa Carla Royo-Villanova (56), con la que lleva más de treinta años casado, y a dos de los tres hijos que el matrimonio tiene en común: Lukas y Tirso Sajonia-Coburgo. Por último, se unía al posado familiar su sobrina Ona Mafalda.
Entre los ausentes, seguro que en un día como este todos ellos han echado de menos a Kardam de Bulgaria, tristemente fallecido en 2015. El primogénito de los reyes nos dejó a los 52 años tras una infección pulmonar relacionada con la parálisis que sufría por entonces, después del grave accidente de tráfico que tuvo en 2008 y del que no pudo recuperarse totalmente. El que era príncipe de Tarnovo estuvo casado con Miriam de Ungría (Miriam al-Ghazi, actual princesa de Jordania) y tuvieron dos hijos, Boris y Beltrán.
En el 60 cumpleaños de Kubrat, no hemos visto en la foto a su hermana Kalina (53), de quien ¡HOLA! contó el pasado abril su peculiar viaje a China junto a su marido, Kitín Muñoz (66). Entonces, tal y como les mostraba nuestra revista en imágenes, la princesa practicaba kung-fu en el Templo de Shaolin antes de la llegada de su hijo Simeón. Allí, el joven príncipe de 18 años había sido aceptado por los monjes del legendario monasterio para vivir con ellos.
Para la celebración de Kubrat de Bulgaria que tuvo lugar la semana pasada, tampoco aparecía en la imagen su hijo mayor, Mirko, quien hace poco más de un mes se convirtió en médico de manera oficial. De esta forma, ha seguido orgulloso los pasos de su padre, con la emoción que esto supone para la familia. A sus 30 años, estuvo cinco trabajando como residente en el Hospital Clínico San Carlos (Madrid) y ya puede presumir de ser especialista en cirugía general y del aparato digestivo.
