Beatrice Borromeo celebró su 40 aniversario junto a los hombres de su vida y en un momento muy especial. Acaba de cumplir diez años de matrimonio con Pierre Casiraghi y se han dado el regalo más preciado de todos, un tercer hijo. El alcalde, Stefano, nació en 2017 y lleva el nombre de su abuelo paterno, Stefano Casiraghi, fallecido en 1990; el segundo, Francesco, vino al mundo en 2018, y ahora, siete años después, hay una niña en camino, que esperan para principios de otoño. La noticia, que ha llenado de alegría a su familia y al principio, se conoció en mayo . Fue una amiga, la periodista Inga Griese, la que confirmó tanto su embarazo como que darían una nieta a la princesa Carolina, después de dos niños.
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Beatrice y Pierre viven en Mónaco, pero siempre tienen un pie en Francia. En el mar y en Mons (Provenza-Alpes-Costa Azul), donde son propietarios del majestuoso Beauregard, un castillo de cuatro torres , que fue construido en el siglo XV con las piedras sobrantes de la catedral de Florencia y tiene 120 hectáreas de terreno. Este pueblo de montaña está a una hora larga de Saint-Tropez, donde los hemos "encontrado" disfrutando de sus vacaciones en el velero de la princesa Carolina y celebrando el cumpleaños de Beatrice . Preciosa la imagen de Pierre empuñando un ramo de rosas rosas y "entregado" a su amada.
Viven en Mónaco, pero pasan mucho tiempo en Francia, en Mons, donde son propietarios de un castillo medieval.
Disfrutando del reencuentro
Se les ve felices y disfrutando de su reencuentro mientras navegan hacia el puerto. Los últimos seis meses, Casiraghi ha pasado tiempo fuera de casa entregado a un entrenamiento intensivo en Reino Unido. Pero cumplió la misión. Consiguió la victoria para Mónaco en una de las competiciones de vela más extremas y más importantes del mundo: la legendaria Copa del Almirante, en la isla de Wight. Junto al Monaco Yacht Club, del que es vicepresidente, y al timón del "Jolt 6", Pierre se alzó con el título de campeón.
Y, claro, nadie mejor que él para capitanear el "Pacha III", el barco de Carolina , e inculcar a sus hijos la pasión por el mar. Pierre enseña a Stefano y Francesco a lanzarse al agua (usando un trampolín y una tirolina) ya bucear, mientras Beatrice no pierde detalle desde la cubierta. El matrimonio es el relevo perfecto de la pareja que formaron Raniero y Grace.