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Las buenas noticias se encadenan en la Familia Real de Jordania. Tras el nacimiento de las nietas de los Reyes hachemitas se ha celebrado la boda de la princesa Aisha y Karim El Mufti. Se creía que habían elegido 16 de mayo para su gran día, pero la pareja ha sorprendido casándose por adelantado en el Palacio Zahran de Amán. Un 'sí, quiero' que tuvo lugar cuatro días antes de lo previsto y que ha dejado imágenes para el recuerdo.
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Las agradables temperaturas de la capital jordana han permitido a los contrayentes celebrar su boda al aire libre, en los jardines de Zahran, donde los arreglos florales y la naturaleza crearon un ambiente mágico que tuvo su punto álgido con la llegada de la novia a través de un arco con detalles blancos y azules. La princesa Aisha llegó radiante del brazo de su padre, Faisal de Jordania, hermano menor del monarca. Fue en ese instante cuando se desveló el secreto mejor guardado, el vestido de la novia.
La Princesa eligió un vestido de crepé con cuerpo entallado y ligeramente drapeado que enfatizaba su figura y una imponente falda que aportó distinción. Y sin lugar a dudas, la clave del look nupcial (además del velo de tul con volumen que combina con la tiara) reside en la delicada mini capa de cuello alto con bordados florales que ha lucido para ocultar los hombros y la espalda para el momento de la ceremonia.
Aisha de Jordania siguió la tradición familiar al usar la misma tiara que llevó su hermana mayor, la princesa Ayah, durante su boda en 2014, a la que acudió como invitada la reina Sofía. Se trata de una diadema de flores de diamantes que podría pertenecer a la colección personal de su madre, Alia Tabbaa, perteneciente a la élite empresarial del país, ya que es la hija del fundador de Royal Jordanian Airline, Sayyid Tawfik Al-Tabbaa. También lució pendientes de diamantes y una pulsera.
La sobrina del monarca y su ya esposo celebraron una ceremonia Katb Al-Kitab, como se conoce al acto religioso que une legalmente en matrimonio islámico. De hecho, la traducción literal del nombre es “la escritura del libro” o “la firma del contrato”. Muy atentos durante el acto se mostraron sus familiares, entre los que se encontraban el tío de la novia, el rey Abdalá, la princesa Muna (madre del monarca); y sus primos, los príncipes Hussein y Rajwa y el príncipe Hashem. Para el heredero fue una boda doblemente emocionante porque además de tener lazos familiares con Aisha, es amigo de la infancia de Karim El Mufti.
Por supuesto, no han faltado los padres de la princesa Aisha y sus hermanos. Durante su matrimonio, el príncipe Faisal y la princesa Alia Tabbaa tuvieron cuatro hijos: Ayah, Omar y las gemelas Aisha y Sara. Esta última prepara también su enlace tras anunciar a comienzos de 2025 su compromiso. En su segunda relación, con Sara Bassam Qabban, el hermano del Rey no tuvo descendencia, pero ha ampliado la familia con su tercera esposa. Al lado de Zeina Lubbadeh tiene a los príncipes Abdalá y Mohammed.
El Palacio de Zahran ha sido el escenario del enlace, como también lo fue de la boda de los Reyes, de los príncipes herederos y de la hermana de Aisha. Fue el hogar de la bisabuela de la novia, Zain Al Sharaf, hasta su fallecimiento el 26 de abril de 1994. Desde entonces se convirtió en una sede en la que celebrar funciones oficiales. Construido en 1957, fue el cuarto Palacio Real y se sitúa al oeste de Amán, en el conocido como barrio diplomático ya que está rodeado de embajadas. Tanto sus dimensiones como la estructura y la elegancia de su interior hacen que se parezca al Palacio Raghadan, que fue residencia oficial del monarca.
Las vidas discretas de los contrayentes
Aunque muy unida a su familia, la vida de Aisha de Jordania se desarrolla al margen de los actos institucionales. Nacida el 27 de marzo de 1997, estudió Criminología e hizo un máster en Religión, Derecho y Sociedad en la Universidad de Westminster. Después de trabajar en prisiones de Reino Unido, experiencia que le permitió publicar dos artículos académicos sobre el sistema penitenciario, actualmente trabaja en el sector de la seguridad deportiva y ejerce como investigadora y coordinadora de comunicaciones. También colabora activamente con Generations for Peace, ONG fundada por su padre.
Karim El Mufti fue compañero de clase del futuro Rey en la King’s Academy y sus caminos siguieron de forma paralela en la Universidad de Georgetown. En este prestigioso centro de Washington por cuyas aulas también pasaron Felipe VI y Pablo de Grecia, se licenció en Administración de empresas y también cursó un máster en gestión en el ámbito deportivo. Ahora trabaja en el imperio hotelero de su familia como responsable de desarrollo comercial.