Nuevo curso, nuevas ilusiones y, por qué no, nuevas actividades extraescolares . Después de haber disfrutado un estupendo verano con la familia y los amigos, la vuelta a la rutina suele hacerse un poco difícil , no solo para nosotros, sino también para los más pequeños. Por ello, intentar amenizar su día a día con alguna actividad lúdica puede ser una opción perfecta para ocupar algunas horas después del colegio. Quizás, ellos mismos nos han dado las pistas que necesitamos para saber elegir cuál durante las vacaciones. No todas deben ser siempre un idioma o un deporte , que también, por supuesto, pero algunos niños estarán más cómodos con otras en las que no habías pensado. De hecho, pueden ser complementarias. Hay niños que necesitan mucha actividad y otros menos, lo importante es luchar contra las horas abusivas de pantallas y el sedentarismo.
Además, las actividades extraescolares han ido ganando valor como un recurso educativo más con las que ampliar la formación y el aprendizaje de nuestros hijos, además de estimular el desarrollo cognitivo y social tanto de los más pequeños, como de los adolescentes. Entre sus beneficios, encontramos:
- Se eleva el nivel educativo, las competencias interpersonales y el nivel de atención de los alumnos.
- Fomenta el pensamiento crítico y la madurez del menor.
- Mejora la motivación y las aspiraciones de cada alumno, reduciendo así las tasas de abandono escolar.
Para todos ellos, hay un curso o taller que, seguro, les hará disfrutar. De entre todas las opciones, te dejamos algunas de las más originales, por si tu hijo aún no ha encontrado la suya.
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